El intenso tráfico que se registró en la tarde de ayer en Monrepós (Huesca) originó dos choques múltiples, uno de los cuales provocó un gran caos tras fallecer de un infarto y en plena carretera el conductor de una de las grúas que había acudido al lugar del siniestro para retirar los vehículos afectados. El otro accidente tuvo lugar en Arguís y, aunque sí hubo algunas retenciones, no dejó víctimas.

Fuentes del Cuerpo de Bomberos de Sabiñánigo explicaron que los hechos ocurrieron sobre las 19.30 horas, después de que se produjera una colisión entre siete vehículos en el kilómetro 602 de la N-330 --casi en lo alto del puerto--. El siniestro dejó un herido leve, pero cuantiosos daños materiales, por lo que se reclamó la intervención de al menos tres grúas de Jaca (Huesca).

Justo cuando un operario estaba llegando al lugar sufrió un parada cardíaca, lo que avivó el caos producido por las retenciones. "No había visto tanto tráfico en años", indicaron dichas fuentes.

Las dificultades aumentaron en el momento en que una ambulancia de los bomberos de Sabiñánigo trató de acceder a la zona. Según algunos testigos, hubo instantes de gran tensión cuando los efectivos trataron de reanimar al fallecido, ya que "recibían las instrucciones sobre cómo usar el desfibrilador por teléfono".

Sin embargo, la ambulancia no pudo trasladar el cadáver al no tener competencia para hacerlo, por lo que agentes de la Guardia Civil lo custodiaron hasta que llegase el juez de guardia de Jaca.

Por otra parte, un hombre de 52 años perdió la vida en un accidente en la N-232, en el término municipal de Alcañiz. La Subdelegación del Gobierno en Teruel explicó que el siniestro se produjo a las 9.30 horas en el kilómetro 132,5 de la N-232, cuando un Renault Megane, conducido por M. A. L. G. --de 23 años--, embistió a dos furgonetas que circulaban en sentido contrario. Fruto del choque, la segunda de ellas se salió de la vía, volcó y recibió un gran impacto del turismo, que cayó sobre ella. El conductor del coche sufrió heridas graves y, aunque el de la primera furgoneta resultó ileso, el de la segunda, R. B. A., vecino de Calanda, murió en el hospital de Alcañiz.

Además, otras dos personas resultaron heridas graves en sendos accidente ocurridos en Siétamo (Huesca) y entre las localidades turolenses de Santa Eulalia y Cella.