Los equipos franceses de seguimiento del oso Balou, el único del Pirineo catalán que no era descendiente de Pyros, encontraron ayer el cuerpo sin vida del animal en una zona abrupta de la sierra por la parte francesa.

Según ha explicado en Lleida el responsable de Medio Natural del Conselh Generau d'Aran, Iván Afonso, todo parece indicar que el oso pudo despeñarse por una montaña en el municipio de Melles (Francia) el pasado 6 de junio.

Los técnicos practican hoy la autopsia que determinará con total seguridad las causas de la muerte, que apuntan a una caída, y que ayudarán a descartar que la muerte la haya provocado el factor humano, ya sea por disparo o por envenenamiento.

Balou era el único oso del Pirineo catalán que no estaba emparentado con Pyros, el macho dominante, por lo que su muerte supone un agravamiento del problema de consanguinidad de estos osos.

Ivan Afonso ha explicado que ahora todos los ejemplares del Pirineo son hijos, nietos o bisnietos de Pyros, lo que puede provocar problemas a la larga de esterilidad o de malformaciones.

Fuera del núcleo del Pirineo, en la zona de Navarra y Aragón, concretamente, quedan dos ejemplares de oso macho que no están emparentados con Pyros.