Uno de los heridos que permanecían ingresados tras el accidente de Caspe del viernes, que causó tres fallecidos de forma inminente, ha muerto este domingo en el hospital Miguel Servet, al no poder superar las graves heridas que le causó la colisión.

Según informaron fuentes del Salud, la víctima tenía 50 años y, como el resto de los implicados, era de nacionalidad paquistaní. Había sido trasladado desde Alcañiz, adonde le llevaron tras el siniestro, el mismo viernes.

El fallecido, la cuarta víctima de este accidente, estaba ingresado junto a otros dos heridos en el mismo, que al parecer evolucionan favorablemente puesto que su pronóstico pasó ayer de muy grave, como era el del finalmente fenecido, a grave. Otros dos están en la MAZ, con lesiones de menor entidad.

El siniestro se produjo el viernes por la mañana, cuando la furgoneta en la que viajaban ocho trabajadores agrícolas paquistanís invadió el carril contrario y colisionó de frente con un tractor, cuyo conductor, un vecino de Bujaraloz, resultó ileso. La violencia del impacto causó la muerte inmediata de tres de los ocupantes de la furgoneta, a los que ayer se unió el cuarto.

PUNTO NEGRO

El escenario del accidente fue una curva ubicada en el kilómetro 3,5 de la A-230, que pese a estar limitada a 60 kilómetros por hora ya se ha cobrado seis vidas, contando estos cuatro jornaleros, desde que fue reformada en el 2006. El suceso causó una honda conmoción en Caspe, particularmente en la numerosa colonia paquistaní que reside en la localidad zaragozana.

Por otro lado, las carreteras aragonesas dejaron ayer otro herido grave, en un accidente ocurrido en la localidad turolense de Muniesa. Ocurrió en el kilómetro 53 de la A-222, cuando un conductor, por causas que investiga la Guardia Civil, se salió de la vía y su turismo quedó volcado sobre el techo.

Tras recibir aviso del accidente, cerca de las 16.30 horas, se desplazaron al lugar bomberos de las diputaciones de Zaragoza y Teruel, desde los parques de Cariñena y El Burgo, y de Calamocha, respectivamente. Tuvieron que excarcelar al conductor, que había quedado atrapado en el vehículo, y tras recibir asistencia por parte de los sanitarios del 061 fue trasladado en el helicóptero del 112 a Zaragoza.

No fue el único siniestro en el que tuvieron que intervenir los bomberos de Teruel. En torno a las 7.00 horas, cerca de la capital turolense, acudieron que excarcelar a otro conductor que había volcado en la A-23, que al llegar ya estaba siendo atendido por el 061.

A este se sumaron dos incendios en sendos coches, sin heridos. El primero, también en la autovía Mudéjar, iba ocupado por tres personas, que pudieron salir a tiempo cuando el turismo empezó a arder. En la plaza de Utrillas también se prendió un vehículo, y los bomberos tuvieron que sofocar las llamas al llegar desde Calamocha, terminando el trabajo del voluntario.