Un trágico accidente empañó ayer el arranque del fin de semana de la fiesta de la Vaquilla en Teruel, coincidiendo con el día de la puesta del pañuelico a El Torico, sin duda el acto más multitudinario de las fiestas. Sobre las diez y media de la mañana, Eloy Navalón García, un joven de Alcorisa de 27 años, murió tras caer 10 metros, por causas que se desconocen, desde lo alto de una ladera o terraplén en la calle del Calvario, una vía sin salida situada entre los barrios de La Merced y San León.

La noticia corrió como la pólvora y en el acto de subasta de palcos de la plaza de toros, una ceremonia tradicional de la fiesta del Ángel que se celebra en el ayuntamiento, todos los congregados guardaron un minuto de silencio en señal de duelo por la muerte del vecino alcorisano. Muchos turolenses se acordaron ayer de otro suceso luctuoso que marcó las fiestas del 2016: la muerte del torero Víctor Barrio, de 29 años, que fue corneado por un toro en el coso de la ciudad.

Eloy Navalón, que trabajaba en la empresa Prenavisa, una industria especializada en piezas de construcción prefabricadas, había bajado a Teruel a disfrutar de las fiestas. La caída que sufrió, que según todos los indicios fue de carácter accidental, se produjo al final de un callejón situado cerca de las sedes de dos peñas.

Al final de esa vía existe un desnivel de 10 metros, una ladera terrosa, muy vertical, por la que se despeñó tras perder el equilibrio. En torno a las 10.30 horas de ayer, un vecino de la zona alertó a los servicios de seguridad de lo sucedido.

SUCESO ACCIDENTAL / Tras tener conocimiento de lo sucedido, la Policía Local de Teruel se desplazó al lugar del hecho con una uvi móvil y un médico, pero este solo pudo certificar la muerte del joven. El levantamiento de su cadáver se produjo a las 13.40 horas. El cuerpo no presentaba signos de violencia, por lo que se descartó que la caída no fuera accidental.

En Alcorisa, la noticia del fallecimiento de Eloy Navalón cayó como un mazazo. «Cumplía 27 años este mismo mes», señaló una vecina de la localidad. «Este es un pueblo muy pequeño y todos nos conocemos, de forma que el que no lo conoce directamente seguro que tiene un amigo o pariente que es amigo o conocido», añadió.

El padre del joven, muy afectado, fue trasladado en coche a Teruel por una amiga de la familia, relató la misma persona.

La noticia del triste suceso interfirió en la vida de la ciudad de Teruel, que ayer vivió una jornada cargada de celebraciones, empezando por el canto de la salve al Ángel Custodio, patrón de la ciudad, y que tuvo lugar a las 11.20 horas.

PUESTA DEL PAÑUELICO / A las 11.30, en el salón de plenos de la casa consistorial, tuvo además lugar el nombramiento del vaquillero del año, galardón que recayó sobre Juan Carlos Redolar Calvé. Media hora más tarde, en el mismo lugar, se llevó a cabo la subasta de los palcos de la plaza de toros para la merienda del domingo. En este acto, como todos los años, la alcaldesa, Emma Buj, preguntó a los presentes si querían pagar en euros o en pesetas y todos los presentes respondieron al unísono: «¡En pesetas!».

Sin embargo, los momentos de mayor euforia vinieron más tarde. Así, a las 16.30 horas, todas las peñas vaquilleras, una veintena, se concentraron en la plaza de la Catedral para asistir al popular toque del Campanico existente en el tejado de la casa consistorial y que corrió a cargo de Emma Buj.

A continuación, la alcaldesa entregó el pañuelico a la peña Los Chachos, que a las 16.45, en una plaza de El Torico llena hasta los topes, se encargó de ponerlo a la pequeña estatua que simboliza, junto con una estrella, la capital de la provincia turolense. Muchos peñistas y visitantes, debido a la imposibilidad de entrar en la plaza de El Torico, presenciaron el acto en una pantalla de televisión gigante ubicada en la plaza de la Catedral.

A continuación, la animación se trasladó a la plaza de toros, donde el público asistió a una corrida en la que los diestros Manuel Escribano, Javier Cortés y Sergio Cerezos lidiaron astados de la ganadería de Los Bayones. Y, ya por la noche, el centro se llenó de ambiente en los bares y en las barras de las peñas.