El cuerpo de José Luis Javierre Dobón, el representante de joyería asesinado en Cariñena, presentaba varios traumatismos y no se podían apreciar heridas realizadas por arma blanca o arma de fuego, según fuentes próximas a la investigación. Debido al avanzado estado de descomposición del cadáver, la autopsia se ha prolongado durante dos días y concluyó ayer.

Aunque los forenses tardarán algunos días en remitir el informe de la autopsia a la juez de Daroca, que decretó secreto de sumario en estas actuaciones, diversas fuentes consultadas por este periódico señalaron que no se puede precisar si los traumatismos de la víctima pudieron producirse al ser arrojada al interior del trujal desde más de cinco metros de altura o con anterioridad.

En este sentido, la Policía mantiene la sospecha de que los asesinos pudieron arrojar a Javierre dentro del trujal cuando todavía se encontraba con vida, ya que no existen pistas contrastadas de que la muerte se produjera en otro lugar y en los alrededores de la bodega no se encontró sangre ni otros restos orgánicos.

Los investigadores de Homicidios continuaron con sus indagaciones en Cariñena, aunque cobra fuerza la hipótesis de que los sospechosos pueden encontrarse ya en Rumanía, ya que se ausentaron de la localidad poco después del crimen, que se fecha entre los días 20 y 21 del pasado mes de diciembre.

Tal como se informó, el vehículo de la víctima, un Renault Megane , fue encontrado en dicho país, por lo que se ha oficiado a Interpol para que se averigüe si los sospechosos se encuentran allí.

Por otra parte, la Policía cree que los criminales no son delincuentes experimentados ya que en ningún momento trataron de utilizar la tarjeta de crédito de la víctima.