El hombre de 29 años que falleció anteayer por la mañana cuando era detenido por intentar abusar de dos mujeres en Zaragoza padecía de problemas cardíacos. Así lo confirmaron fuentes cercanas a la investigación, tras practicársele la autopsia en el Instituto de Medicina Legal de Aragón (IMLA). En cualquier caso, la Policía Nacional investiga el incidente, como se hace en todos los de esta naturaleza, indicaron fuentes del Cuerpo.

Las mismas informaron también de que, el domingo por la mañana, una tercera mujer se personó en comisaría para denunciar otro intento de agresión sexual, que por la zona en la que ocurrió, el barrio zaragozano de San José, y por las características físicas del autor, sería el tercero que podría atribuírsele al ya fallecido en la misma noche.

El joven, identificado con las iniciales D. A. H. C., de nacionalidad colombiana y sin antecedentes penales, abordó presuntamente a las tres mujeres en distintas calles del barrio a lo largo de la madrugada del sábado al domingo. A la primera, cerca de las 6.00 horas en el entorno de la avenida San José y la calle Miguel Servet. Casi media hora después, lo intentaba en la misma avenida, pero en la con Cesáreo Alierta. En esta ocasión iba armado con un cuchillo, con el que causó algunas heridas a la víctima (de las que fue atendida en el Hospital Provincial), pero en ambos casos huyó sin consumar su objetivo. Tampoco lo consiguió con la tercera joven, de cuya denuncia no trascendieron más datos.

Tras los avisos a la Policía, los agentes le interceptaron en las inmediaciones de la calle Sicilia, sobre las 6.45 horas. Cuando le dieron el alto, según fuentes policiales, se mostró muy violento y con síntomas aparentes de haber consumido drogas, aunque esto no pudo ser confirmado ayer por lo que trascendió de la autopsia.

RESISTENCIA

Fuese bajo la influencia de alguna sustancia o no, el hecho es que en su resistencia lesionó a seis agentes, a uno de ellos con una fractura de dedo, y al resto con cortes y magulladuras.

Un testigo del arresto explicaba que el joven, corpulento, «gritaba sin parar y forcejeaba con los tres o cuatros policías que intentaban reducirle».

Cuando lo estaban intentando, el joven sufrió una parada cardiorrespiratoria, de la que no se recuperó pese a los primeros auxilios de los agentes y de los sanitarios de Bomberos, que intentaron recuperarle durante unos 45 minutos.

«Han estado bastante rato y se turnaban para mantenerlo con vida, pero al final ha estado bastante rato y se turnaban para mantenerlo con vida, pero al final ha quedado tendido en el suelo sin vida y al cabo de un tiempo han venido de la Sangre de Cristo y se lo han llevado», añadía otro testigo, vecino de la calle, que se asomó al oír los gritos «muy fuertes» que llegaban de la calle.