La mujer de 70 años que fue apuñalada el pasado lunes por su marido en la localidad turolense de Alcalá de la Selva se encuentra ingresada en la Unidad de Cuidados Intensivos del hospital Obispo Polanco, en Teruel, con pronóstico muy grave, aunque su situación se ha estabilizado, tras serle extirpado un riñón.

En la unidad de Psiquiatría del mismo hospital está ingresado bajo vigilancia policial el presunto agresor, Juan P. M., de 71 años, después de que el juez de guardia ordenara que se realizara un estudio sobre su estado mental.

La agresión se produjo a las diez de la noche del lunes en la vivienda del matrimonio, que reside habitualmente en la localidad catalana de Rubí, pero que pasa temporadas en Alcalá, donde nació la mujer y tiene una casa en la calle Ollerías. Según fuentes vecinales, la pareja estaba cenando cuando se registraron los hechos.

VENENO Estas fuentes señalaron que el agresor pudo sufrir un trastorno mental y pensó que su mujer le había puesto veneno en la sopa para matarle, por lo que empuñó un cuchillo de cocina y le atacó. Según fuentes sanitarias, la víctima presentaba varios cortes en el hemitórax y brazos, pero la puñalada más grave le afectó a la región lumbar izquierda e interesó a un riñón, que tuvo que ser extirpado.

Tras atacar a su mujer, el agresor huyó de la localidad, pero fue localizado y detenido por la Guardia Civil una hora más tarde en la carretera de Cedrillas, a seis kilómetros del núcleo urbano.

Mientras tanto, la víctima pudo salir a la calle a pedir auxilio, que le fue prestado por los vecinos más próximos. Una mujer, Pilar Pérez, la envolvió con una manta, a la espera de que llegara el médico de la localidad, que ordenó su traslado al hospital Obispo Polanco.

Varios vecinos de Alcalá coincidieron ayer en manifestar que el matrimonio era una pareja pacífica, aunque últimamente el marido tenía un comportamiento extraño, "que podía ser debido a la medicación que estaba tomando" según explicó el alcalde, José Edo.

El alcalde condenó este acto violento "y cualquiera de ellos tan tristes y que últimamente aparecen todos los días en los medios de comunicación".

Por su parte, el delegado del Gobierno en Aragón, Javier Fernández, manifestó ayer que el agresor podría haber sufrido un problema pasajero de trastorno mental, ya que no existe constancia de malos tratos habituales en esta familia.

El delegado explicó que minutos antes de que se produjera la agresión "muchos vecinos de la localidad habían visto a la pareja paseando en una actitud normal, por lo que no se preveía el desencadenamiento de un acontecimiento de este tipo".

El Instituto Aragonés de la Mujer ha puesto a disposición de la mujer su asesoría laboral y jurídica por si necesita apoyo en posibles denuncias o juicios, una vez sea dada de alta, informó Efe .

Además, el organismo de igualdad se ha puesto en contacto con el ayuntamiento de Alcalá para que el consistorio también ponga a disposición de la víctima todos los recursos municipales que requiera.

Desde que empezó el año actual, tres mujeres han muerto en Aragón víctimas de la violencia de género, dos en Fuentes de Ebro y una en Cariñena.