Sergio Ángel Pérez Gregorio fue condenado a siete años, seis meses y un día de prisión por tirar por la ventana de casa a su expareja sentimental en abril del 2015 en Zaragoza. Una condena de la Audiencia Provincial que no se ha podido ejecutar puesto que ha recurrido el fallo ante el Tribunal Supremo. Por esta circunstancia, la víctima de esta agresión machista ha pedido al tribunal que ingrese provisionalmente en un centro penitenciario.

A través de su abogado Javier Ferreira, esta mujer puso en relieve que «en tres ocasiones la pulsera telemática que lleva el acusado ha dado el aviso de que este ha roto la orden de alejamiento». Una circunstancia que, según Ferreira, «inquieta y atemoriza» a la víctima. También resaltó que la pena de cárcel es por un delito «tan grave» como el de homicidio en grado de tentativa inacabada. La Fiscalía se adhirió a la solicitud de la víctima.

Frente a ellos, la abogada de la defensa, Anna Amigo, esgrimió que la condena es provisional y que esas alertas de la pulsera «son errores del sistema».

Ahora, la Audiencia de Zaragoza tendrá que analizar si hay elementos suficientes para enviar a la cárcel de forma provisional al acusado o de tomar alguna otra medida cautelar hasta que el Tribunal Supremo se pronuncie sobre el recurso.