Una mujer de nacionalidad rumana de 32 años se ha quitado al vida por ahorcamiento este viernes en Caspe en una jornada marcada por las dudas sobre la causa de la muerte. Los hechos han ocurrido en un domicilio situado en la plaza de la Virgen de la localidad zaragozana. La pareja sentimental de la fallecida, cuyas iniciales son E. E. B., ha dado aviso sobre las dos de la tarde al 112 pero hasta pasadas las diez de la noche no se ha confirmado que la causa de la muerte era la de asfixia por ahorcamiento.

Hasta entonces, los investigadores de la Guardia Civil han mantenido abiertas todas las hipótesis, incluidas el asesinato machista u otro tipo de hecho violento. Tras analizar a conciencia los signos de fuerza presentes en el cuello de la víctima han descartado el estrangulamiento y han determinado el suicidio.

A las 18.45 horas ha llegado al domicilio donde han sucedido los hechos la comitiva judicial. Algo más de una hora después se ha procedido al levantamiento del cadáver y el cuerpo de la víctima ha sido trasladado al Instituto de Medicina Legal de Aragón (IMLA) de Zaragoza, donde hoy se le realizará la autopsia.

La pareja de la fallecida ha necesitado de la ayuda de un intérprete de rumano para explicar los hechos. Fuentes cercanas a la investigación sostienen que ha sido testigo de lo sucedido. A última hora de la tarde ha sufrido una crisis nerviosa y se le ha dispensado un calmante.

El alcalde de la localidad, Jesús Senante, en declaraciones recogidas a Efe, ha explicado que en torno a las dos de la tarde se ha recibido la llamada de alerta realizada por una persona que decía ser el compañero sentimental de una mujer a la que había encontrado muerta en la casa que ambos compartían. Senante ha mostrado su deseo de que no se tratase de un nuevo asesinato machista, posibilidad que finalmente se ha descartado.