La directora gerente del Instituto Aragonés de la Mujer (IAM), María Goikoetxea, ha explicado este martes que cuando se habla de la violencia contra las mujeres, «el lenguaje nunca es inocente porque no cabe la neutralidad». A su entender, «es necesario que hagamos lecturas feministas a través de los medios de comunicación, que son absolutamente claves para un cambio en las estructuras a la hora de entender este problema». Así se ha pronunciado en la II Jornada de Medios de comunicación y eliminación de las violencias contra las mujeres, organizada por el propio IAM y la asociación de Periodistas por la Igualdad, bajo el lema Comunicar por la igualdad.

Las jornadas han contado con la presencia, en el museo Pablo Serrano, de varias mujeres para hacer visible el proceso de protección a una víctima de violencia de género y, además, con la participación de la delegada del Gobierno en Aragón, Carmen Sánchez Pérez, que ha hecho hincapié en el papel «fundamental» que hacen los medios de comunicación a la hora de trasladar la información respecto a la violencia de género. Ante esta cuestión, Sánchez ha pedido a todos los medios informativos ahí presentes una reflexión previa a la hora de publicar determinadas imágenes o palabras pensando siempre en la víctima, así como tomarse tiempo para publicar según qué cosas debido a que pueden intervenir y perjudicar la investigación.

Ocho mujeres representaron cada uno de los eslabones de una cadena que se pone en marcha cuando la víctima decide cambiar su situación. Natalia Morlas ha acudido de ponente como vicepresidenta de la asociación Somos+ y como «sobreviviente» de la violencia machista. Morlas ha explicado los diferentes problemas a los que se enfrentan las mujeres cuando denuncian. Uno de ellos son las órdenes de alejamiento inexistentes para los hijos. «Se están dando regímenes tan amplios que parecen una custodia compartida», ha contado.

La coordinadora de Urgencias del Hospital Clínico de Zaragoza, Beatriz Amores, ha incidido en el trabajo de los sanitarios para «detectar y prevenir» una posible violencia de género en los pacientes.

«Cuando una mujer maltratada toma la decisión de denunciar tiene que sentirse apoyada», ha afirmado la abogada, Celia Trullén, otra de las invitadas a dar su opinión, para quien «la violencia no es solo la física sino también intimidación o coacción».

Según los datos obtenidos por la delegación del Gobierno para la violencia de género, las mujeres víctimas tardan ocho años y ocho meses como tiempo medio en verbalizar su situación, ya sea a través de los recursos y servicios que existen para proporcionar ayuda y apoyo o bien, interponiendo una denuncia. A pesar de que un 73% de las víctimas denuncian, hay una cuarta parte que no lo hace.