Manuel Rubén S. A. ha sido condenado a una multa de 840 euros por tentativa de simulación de delito, al intentar lograr un beneficio inventándose un robo, aprovechando la muerte del falso ladrón.

Concretamente, según recoge la sentencia de la Audiencia Provincial de Zaragoza, el acusado compró un Mercedes en el 2005, que unos cuatro años después vendió. Cuando supo que el dueño del concesionario había muerto, en el 2012, puso una denuncia asegurando que había dejado el coche en el taller en el 2006 para repararlo, y nunca más había sabido de él. El turismo fue encontrado en Eslovenia y se descubrió la falsedad de la denuncia.