Las multas por exceso de velocidad en las vías principales de la red estatal de carretera en Aragón han experimentado un vertiginoso descenso. Si en el 2017, los radares más activos detectaron 146.812 infracciones por conducir por encima del límite legal, en el 2019 la cifra total se redujo a 51.175, es decir, un 65% menos.

Así se desprende del informe presentado por Automovilistas Europeos Asociados (AEA), que señala, como conclusión principal, que el pasado año los radares de la Dirección General de Tráfico (DGT) captaron en toda España casi tres millones de infracciones (2.933.089) por exceso de velocidad que derivaron en la correspondiente multa.

Curiosamente, esa cifra supuso un aumento del 13,3% sobre las que se registraron en el 2018, una circunstancia que no se da en Aragón, donde la tendencia a la baja empezó ya ese año, con 126.679 denuncias.

En Aragón, de hecho, la reducción de multas iniciada en el 2018 se mantuvo el año pasado, en un proceso en tres pasos que está relacionado con el tiempo en que los radares fijos colocados se mantienen encendidos, en opinión de la AEA.

El radar más multón de Aragón estaba, en el 2017, en el kilómetro 202 de la N-240, en las inmediaciones de Huesca. Aquel ejercicio se disparó 35.809 veces, frente a las 31.416 del 2018 y las 4.653 del pasado año. El descenso operado en su nivel de actividad fue brutal y lo mismo ha sucedido con otros cinemómetros ubicados en la N-II, la A-23 y la A-2, entre otras vías de gran capacidad.

En realidad, el bajón de la actividad sancionadora a los conductores que no respetan los límites de velocidad ya se produjo en el 2018, año en el que las multas decrecieron casi un 60% respecto del ejercicio anterior.

En Teruel se da otro ejemplo llamativo. el radar más activo de la provincia, en el kilómetro 88,6 de la A-23, pasó de los 18.917 disparos del 2017 a los 12.034 del 2018 y, finalmente, los 11.533 del 2019.

En Zaragoza, el cinemómetro que más veces entraba en acción era el del kilómetro 269,9 de la N-232, con 10.420 disparos en en 2017 y 10.092 en el 2018. Pero el pasado año, este medidor se quedó en 2.718 multas. En orden inverso, el situado en el kilómetro 508,1 de la N-330 registró el pasado año más denuncias que en el 2018, un total de 4.816, una marca alejada no obstante de las 5.993 del 2017.

En cuanto a los datos del conjunto de las comunidades sobre las que tiene competencia la DGT, los radares más activos se hallaban el año pasado en Andalucía (680.583 denuncias), Madrid (373.078) y la Comunidad Valenciana (335.953). Los que menos funcionaron fueron, en cambio, los ubicados en La Rioja (39.024), Cantabria (40.147) y Navarra (48.447).