La pequeña Candela demostró ayer que tener una discapacidad visual no impide aprender en el aula en las mismas condiciones que sus compañeros. «No es difícil», confesaba durante su demostración de que Braitico, el método educativo ideado por la ONCE, va a ser una auténtica revolución de la enseñanza inclusiva. El proyecto, del que en Aragón podrían beneficiarse entre 10 y 15 niños ciegos, nace con la idea de que el aprendizaje braille incluya una completa alfabetización desde la base. Es decir, está dirigido a niños de entre 0 y 12 años que, mediante una herramienta tecnológica, podrán aprendan a leer y a escribir en braille desde su primera etapa.

Braitico se divide en cuatro módulos, según explicó Gloria Abad, profesora de ONCE Aragón. El primero se llama Manitas (0 a 2 años) y busca «despertar el deseo por el mundo» con la alfabetización y las habilidades previas al braille. El módulo 2, A punto, contempla la prelectura y preescritura braille (de 2 a 4 o 5 años). «Hay un aprendizaje intencional y se empieza a usar una técnica preescritora», dijo Abad. Brailleo es el tercer módulo (de 4 o 5 a 8 años) y ya incluye un aprendizaje «formal» con alfabetización donde se trabaja la secuencia de letras más acorde con las necesidades del alumno ciego.

Por último, el módulo 4, Superbraille 4.0. (hasta los 12-13 años), afianza la lectura «para su uso con velocidad, eficacia y utilidad. Se trabaja fundamentalmente desde el ordenador y con libros y papel», matizó la profesora.

Candela, bolígrafo en mano y manos preparadas, mostró su habilidad con el sistema de lectoescritura y demostró a todos los presentes, entre ellos la consejera de Educación, Mayte Pérez, su destreza para leer con Braitico.

Herramienta universal

Ella misma lo quiso intentar. Pérez se enfundó un antifaz, probó a leer y enlazar sílabas como Candela mediante el braille y pudo sentir la dificultad que conlleva.

En Aragón, la ONCE presta atención a 206 escolares, de los que 59 están en Primaria o Educación Infantil. El objetivo es que el método inclusivo se convierta en una herramienta fundamental para más de 400 docentes de todo el país que tienen a alumnos ciegos en sus aulas y que hasta ahora no contaban con un método apropiado para desarrollar un programa de alfabetización como este para lograr un grado idóneo de inclusión en el aula. «Los resultados son muy satisfactorios. Estamos muy orgullosos de que este trabajo, diseñado desde hace 6 años, se pongan en marcha», dijo Ignacio Escanero, Delegado Territorial de ONCE en la comunidad.