Novallas recuperará mañana tras cuatro años de prohibición sus legendarios encierros andados, un acto festivo que data de finales del siglo XVIII y que fue declarado Fiesta de Interés Turístico en Aragón en el año 2000. En ese año, y mientras la consejería de Turismo del Gobierno de Aragón daba el visto bueno a la catalogación del festejo, otro departamento de la DGA, el de Interior, lo prohibía por no tener las medidas de seguridad oportunas.

Desde entonces, el Ayuntamiento de Novallas ha trabajado para que ambos departamentos de la DGA se pongan de acuerdo. Según el alcalde de la población, Jesús Fernández, "el encierro andado se declaró fiesta de interés por ser como es y no tenía sentido que se prohibiera por incumplir normas actuales cuando se trata de una tradición de siglos".

Este año, como los anteriores, el consistorio ha insistido en su demanda y ya en mayo recibió una carta que parecía dar luz verde a la celebración del festejo si se atenía a las medidas marcadas. Entre ellas, destaca la presencia de dos ambulancias y guías de encierro así como la prohibición de presencia de público en puntos concretos del recorrido.

Ahora, el sábado comenzaron las fiestas patronales y el consistorio ya tiene todo preparado para mañana, día marcado para recuperar su tradición. El encierro saldrá de un lugar conocido como Estranca y discurrirá por un barranco. La población podrá verlo desde la parte superior. Los toros serán llevados hasta la plaza de San Antón, donde generalmente tienen lugar los festejos taurinos.

Este encierro tiene su tradición en los últimos años del siglo XVIII cuando miembros del Ayuntamiento de Novallas, la comisión de festejos y diversas entidades marchaban a las localidades de las comunidades autónomas limítrofes para buscar el ganado con el que después se harían los encierros.

De esta manera, los animales eran llevados a pie cruzando los caminos entre los municipios. Con el tiempo, los camiones acercaban al ganado hasta el municipio aunque para mantener la tradición se dejaba fuera del casco urbano y los toros continuaban andando el trayecto.