El nuevo presidente de CEOE Aragón, Ricardo Mur, tomó ayer el testigo de su antecesor, Fernando Callizo, con la consigna de que las empresas de la comunidad deben tener una «mayor capacidad de influencia» sobre lo que ocurre en Aragón y España. Ese fue uno de los mensajes que lanzó el nuevo líder de los empresarios aragoneses, a los que prometió «ambición, compromiso y diálogo» en su nueva andadura.

«Somos muchos y muy importantes, pero no estamos influyendo todo los que nos merecemos», aseguró Mur en presencia del que será, según apuntó, «el futuro presidente de Aragón», en alusión directa al actual inquilino de la DGA, Javier Lambán, y a los candidatos de Ciudadanos y del PP a la presidencia de la comunidad, Daniel Pérez y Luis María Beamonte, respectivamente.

Ante ellos, pero también ante el presidente de CEOE, Antonio Garamendi; de Cepyme, Gerardo Cuerva; y de los máximos representantes institucionales y empresariales de Aragón, Mur echó mano del que será su decálogo para los próximos tres años (hasta el 1 de marzo del 2022).

Como no podía ser de otra forma, el líder de CEOE Aragón, exigió un tratamiento fiscal «justo» y «unificado» con el resto de comunidades y un adelgazamiento de la administración. «No podemos ser siempre los empresarios los que paguemos», en una clara ofensiva contra la política fiscal de Aragón. «Algunos (empresarios) podían haberse llevado sus industrias, pero han invertido aquí», porque «estamos orgullosos de contribuir al desarrollo de Aragón», enfatizó Mur. En esta línea, otro de los compromisos que adquirió fue el de seguir luchando contra la despoblación, por lo que pidió a los empresarios «crear proyectos para paliar este problema y llevar empleo y riqueza al territorio».

La apuesta por el desarrollo de las infraestructuras y de la formación para encontrar los perfiles profesionales que demandan las empresas, así como el fortalecimiento del diálogo social y la promoción de la igualdad en las empresas -«habrá iniciativas en los próximos meses», aseguró- son otras de las medidas en las que trabajará el líder de la patronal aragonesa. Mur también incidió en la mejora de los servicios a las empresas y de las condiciones para elevar la competitividad de las sociedades afincadas en Aragón.

ACTIVOS Y DIFICULTADES

Pero no lo tendrá fácil en un contexto de desaceleración económica, de guerras comerciales, de dudas por el brexit y de incertidumbre política nacional. Irremediablemente, los comicios generales y autonómicos de los próximos meses estuvieron presentes en el nombramiento de Mur, al que Callizo elogió por ser «joven», «activo» y conocedor de la realidad empresarial y política.

Mur, que seguirá el camino de su antecesor, quiere también que el diálogo social sea uno de los grandes ejes de su mandato. Y apostó por buscar «colaboración con todas las patronales», en un claro ofrecimiento a la integración de Cepyme Aragón en la CEOE. Otro de sus retos será el de mejorar la integración y mejorar la eficiencia de la organización. Y, por si pudiera haber alguna duda prometió «defender la unidad de España ante las tentaciones secesionistas de la comunidad vecina».