Un muro de 135 metros de longitud y 2.40 de altura desde el nivel del cauce protegerá la margen izquierda del Manubles a su paso por Ateca, para evitar desbordamientos como la que inundó el municipio el pasado año. En esta margen del río, que fue urbanizada hace apenas diez años, se encuentran actualmente el Instituto Zaurín, el ambulatorio y numerosas viviendas.

En febrero del año pasado, ante el crecimiento del caudal río tuvieron que ser desalojados los 400 alumnos del instituto, así como el centro de salud y algunos de los edificios ante el peligro inminente de que el agua rebasara la orilla. La improvisación de un enorme muro de tierra permitió controlar el caudal en la margen izquierda de forma que no llegó a invadir estos inmuebles. Sin embargo, quedó patente el riesgo de inundación de la zona, situada justo en una curva prominente del río.

ACTUACION ESPERADA El ayuntamiento ya reconoció en aquella ocasión que estaba prevista la construcción de un muro que protegiera esta zona. Sin embargo, las continuas actuaciones que se han llevado en el cauce del río Manubles desde ese momento han retrasado hasta ahora la construcción del muro.

Las obras comenzaron hace aproximadamente un mes, justo después de recibir el pertinente permiso de la Confederación Hidrográfica del Ebro. La actuación, que tiene un coste de 150.000 euros, está financiada en su mayor parte por el Instituo Aragonés del Agua y en menor cuantía por el consistorio local.

Según explicó el alcalde del municipio, Javier Sada, "con esta actuación se elimina casi por completo el riesgo de desbordamiento en el casco urbano del municipio". En cuanto a la margen de derecha, donde se encuentra la mayor parte del casco, se han realizado actuaciones puntuales en acequias, se han cegado algunos orificios que había en el muro para impedir el paso del agua, y se han colocado compuertas metálicas en el desagüe de algunas fincas, para permitir la salida de agua al río pero no la entrada.

Sada matizó que esto no quiere decir que no pueda entrar agua en algunas partes del municipio, como sucedió el año pasado en la plaza de España, "ya que el nivel freático y la altura de la plaza, al mismo nivel que el río, permite que el agua pueda entrar por los mismos desagües, aunque también ahora es más difícil".

Sin embargo, según el primer edil, lo que sí se ha eliminado definitivamente es "el riesgo de desbordamiento del río, que es realmente lo que era peligroso".