Los vecinos de Malpica, núcleo perteneciente al municipio de Biota en la Comarca de las Cinco Villas, han iniciado una recogida de firmas para denunciar que el muro de la iglesia que se derrumbó el pasado 13 de diciembre continúa en el suelo, cortando el paso de la calle a los viandantes y vehículos, dos meses después de que ocurriera el derrumbe.

El medio centenar de vecinos del núcleo se está organizando para reivindicar a las instituciones competentes que «actúen ya» ante el riesgo de que «se caiga el resto del muro, que también quedó afectado».

Uno de esos vecinos es Alfredo Boronat, que recuerda que «la iglesia está declarada Bien de Interés Cultural y, si no se actúa con urgencia, los técnicos ya han avisado de que el resto del muro corre peligro y detrás irá el templo». Boronat subrayó que los vecinos están «muy preocupados» ya que uno de ellos todavía no ha podido volver a su casa, «tabicada desde hace dos meses», y «para cruzar a esa parte del pueblo tienen que levantar las vallas instaladas por la Guardia Civil y pasar por su cuenta y riesgo».

La diócesis de Jaca es la propietaria de la iglesia y del muro, por lo que el Ayuntamiento de Biota no puede acometer la obra. Ecequiel Marco, alcalde del municipio, manifestó que «desde el ayuntamiento realizamos la primera actuación de emergencia, que nos costó 1.800 euros, pero no podemos hacer más porque estaríamos prevaricando y no tenemos ni un euro en los presupuestos, ya que estamos centrados en construir la residencia».

El consistorio está en contacto con la diócesis de Jaca, que asegura que está «trabajando en ello». Pero la realidad es que dos meses después, los vecinos siguen esperando una respuesta que no llega.