El arte de construir muros en piedra seca, tradicional en zonas rurales de España (como en la comarca del Maestrazgo), Croacia, Chipre, Francia, Grecia, Italia, Eslovenia y Suiza, fue inscrito ayer por la Unesco en su Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

El comité de salvaguardia del patrimonio consideró que los muros de piedra seca «desempeñan un papel esencial en la prevención de corrimientos de tierras, inundaciones y avalanchas», como puede comprobarse en la comarca turolense y otros lugares de la comunidad.

De hecho, la candidatura por parte de España incluye a nueve autonomías en las que este arte también está presente: Andalucía, Asturias, Baleares, Canarias, Cataluña, Extremadura, Galicia y la Comunidad Valenciana.

En el Maestrazgo la arquitectura de piedra seca es un elemento permanente en el paisaje rural de las serranías. Kilómetros de paredes de piedra surcan toda la comarca. Además de impedir la erosión resolvían otras necesidades como almacenar la piedra procedente de despedregar los campos (actividad típica del día de Jueves Santo), separar propiedades, o impedir que el ganado entre en los cultivos.

Pero son las casetas de piedra seca las manifestaciones más singulares, particularmente las situadas en el término de la Iglesuela del Cid, construidas sin argamasa y cubiertas con bóveda o falsa cúpula. «Se trata de edificaciones sencillas, pero de gran funcionalidad en épocas pasadas, vinculadas a formas de vida basadas en la agricultura y la ganadería, en especial la trashumante», explican desde la comarca.

La provincia de Teruel podría repetir durante la jornada de hoy la alegría de ser reconocida por la Unesco si logra que los rituales de toques de tambor entren a formar parte del Patrimonio Cultural Inmaterial.

Municipios como Agramón, Alagón, Albalate del Arzobispo, Alcañiz, Alcora, Alcorisa, Alzira, Andorra, Baena, Calanda, Fuentes de Ebro, Hellín, Híjar, Jumilla, La Puebla de Híjar, Moratalla, Mula, Samper de Calanda,Teruel, Tobarra, Urrea de Gaén y Valderrobres podrían verse beneficiados por el aumento de visibilidad que acarrea este nombramiento.

El comité de la Unesco está reunido en la república de Mauricio para tomar la decisión.