El Museo del Fuego de Zaragoza abrirá sus puertas en el 2007, con cerca de un año y medio de retraso sobre la última fecha oficial. Las obras, paralizadas desde enero del 2003, arrancarán de nuevo el próximo mes tras haberse pactado la reforma del proyecto entre las partes implicadas, las dos dos instituciones que pagan ---consistorio y Ministerio de Fomento-- y la constructora --FCC--.

La gerencia de Urbanismo aprobó ayer la modificación de las actuaciones previstas, que implicará un sobrecoste de casi 1,2 millones de euros sobre los seis millones iniciales. El consistorio se ha ajustado al límite legal del 20% de incremento de precio para evitar tener que repetir el concurso. El dinero será asumido a medias por las dos administraciones.

El Museo del Fuego se habilitará sobre el antiguo convento de Mínimos de la Victoria, en la calle Pignatelli. Las obras comenzaron en abril del 2002, pero no había transcurrido ni un año cuando se tuvieron que paralizar para hacer frente a un nuevo "planteamiento" de la estructura.

La decisión no fue un capricho técnico sino la consecuencia directa de comprobar el mal estado de los muros de carga originales sobre los que se iba a sustentar la actuación, "de los cambios en el sistema de humedades y en el tratamiento de las fachadas y de la madera". La paralización temporal parcial concedida en enero del 2003 se convirtió en total hace un año "dada la inviabilidad de ejecutar ninguna partida de obra".

El teniente de alcalde de Urbanismo, Antonio Gaspar, tuvo que asumir el problema al acceder al Gobierno municipal y empezó unas arduas negociaciones a tres bandas que finalmente han fructificado. "Espero que en julio se empiece de nuevo a trabajar y que esté acabada en dos años", dijo.

Gaspar destacó la importancia vital de esta intervención para el Casco Histórico, ya que la inauguración del museo será un factor determinante para lograr la regeneración de la trasera de Conde Aranda.