El Consorcio del Museo de Lérida ha acordado agotar todas las instancias judiciales, tanto nacionales como internacionales, para defender que las obras de arte de las parroquias de la zona oriental de Aragón forman parte de una unidad de colección artística histórica.

Según ha informado este martes en un comunicado, el consorcio celebró ayer una reunión extraordinaria, después de que el pasado viernes 5 de marzo el juzgado de primera instancia de Barbastro (Huesca) desestimara las alegaciones formuladas por el consorcio en contra del traslado de las obras, y se iniciara el traslado de parte de ellas a Aragón.

El conflicto por las obras de arte se remonta a 25 años atrás, cuando las parroquias oscenses se segregaron de la diócesis de Lérida y se integraron en la de Barbastro-Monzón, reclamando los bienes que habían salido años atrás de esas localidades aragonesas para integrarse en el Museo de Lérida.

Tanto los tribunales eclesiásticos como la justicia ordinaria han establecido que la propiedad de las obras en litigio corresponde a Aragón.

Igual que ya hicieron anteriormente, desde el consorcio siguen denunciando la "judicialización" del patrimonio oscense custodiado por el Museo de Lérida y la, a su juicio, "indefensión jurídica" de las resoluciones dictadas, que provocan "dilación y contradicciones" en las respuestas por parte de los tribunales de Aragón.

Asimismo, exigen una "resolución jurídica diligente" para que la tramitación legislativa no constituya un bloqueo a las acciones posteriores que se puedan emprender.

Paralelamente, los patrones del consorcio piden que se atienda al "principio de permanencia e integridad" de las colecciones centenarias del Museo de Lérida, así como la profesionalidad del equipo del museo leridano en la custodia y la conservación preventiva de las mismas.

Por último, han agradecido el apoyo de la ciudadanía, la sociedad civil y los colectivos profesionales y redes de museo de Cataluña.

Por su parte, el Govern ha manifestado hoy públicamente su apoyo al Consorcio del Museo de Lérida, después de aprobar un acuerdo en el que manifiesta su compromiso en la defensa y protección del patrimonio cultural.

El objetivo de este acuerdo es el de "revertir" decisiones que "ponen en peligro" todas esas acciones de salvaguarda histórica que llevan a cabo los museos y rechazar cualquier intento de politización en relación al patrimonio cultural.

El Govern considera que la colección del Museo de Lérida es un instrumento básico para la historia y la identidad del territorio, por lo que la dispersión de cualquier elemento perjudica al conjunto y disminuye el valor cultural de cada uno de los objetos.

De hecho, insisten en que "la unidad de la colección diocesana es irrenunciable".

"La fragmentación de la colección supone la voluntad de borrar la unidad histórica del territorio actual de Cataluña con el territorio conocido como Franja de Ponent (zona oriental de Huesca), que es fruto de una historia común y de unas relaciones culturales entre parroquias que, hasta hace bien poco, formaban parte del Obispado de Lérida", explican.

En este sentido, consideran que las reclamaciones aragonesas "poco o nada tienen que ver con el arte y su difusión o protección", por lo que "sí que tienen un trasfondo político clarísimo que se evidencia en el hecho de que sus demandas siempre se dirigen contra instituciones catalanas".