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ADRIANA OLIVEROSSí, señores: la Pantoja vino ayer a Zaragoza. Con Julián Muñoz de consorte apareció la cantora en el Auditorio para acompañar a los postres el concierto que la Orquesta de Radio Televisión Española ofreció en la gala benéfica de la Fundación Padre Arrupe. Un vestido de cola naranja y dos canciones le valieron a la folclórica para meterse al público en el bolsillo. Público muy vip y muy variado, con una lista que engrosaron el torero José Antonio Ruiz Espartaco y su mujer, Patricia Rato, la madre de ésta y presidenta de la fundación, Felicidad Salazar Simpson, el ya exmatador Raúl Gracia El Tato , el cónsul de El Salvador, Alfredo de Ojeda y muchos más. La expresidenta del Congreso, exalcaldesa y hoy eurodiputada Luisa Fernanda Rudi llegó con la exconcejal (hoy diputada) Verónica Lope, sumándose a una amplia representación del PP. Y poco después desembarcaron Pilar Muro, presidenta de Grupo Quirón, con su hija, la amazona Lucrecia Cordón, Nacho Ansó, director del Gran Hotel, el Justicia, Fernando García Vicente, los diputados Plantagenet y Canals... Y, claro, Mai Ferré y Marisa Martínez Dueso, alma mater de la fundación en Aragón. La cita fue un éxito, aún sin lleno total en la sala ni retransmisión del evento (para enfado de la Pantoja). Pero sí se repartieron medallas. Porque la fundación distinguió al joven trompetista Rubén Simeó, al barítono Rodrigo Esteves y a la propia Isabel en un acto privado que dejó para el recuerdo un puñado de imágenes (tipo Rudi besando a

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