El programa de cría del quebrantahuesos desarrollado en el Centro de Cría en Aislamiento Humano (CRIAH) del Gobierno aragonés en La Alfranca (Zaragoza) ha conseguido la eclosión con éxito de cinco ejemplares de esta ave en riesgo de extinción que fueron rescatados en el Pirineo cuando se encontraban en situación de riesgo.

Según informa el Ejecutivo regional, el CRIAH recibió en los últimos meses un total de diez huevos procedentes de nidos considerados todos ellos por los expertos como de "alto riesgo" de fracaso.

Estos huevos fueron rescatados entre diciembre y enero por el Grupo de Intervención en Altura de los Agentes de Protección de la Naturaleza del Gobierno de Aragón en colaboración con personal de la Fundación para la Conservación del Quebrantahuesos (FCQ).

De ellos, solo cinco, los fecundados, son los que finalmente han eclosionado gracias a la asistencia de los veterinarios y expertos en cría de quebrantahuesos del CRIAH, que finalmente, una vez cumplida su etapa de crecimiento, viajarán a los Picos de Europa para continuar con el programa de recuperación de la especie en este espacio natural.

Estos pollos nacidos pasan los primeros y delicados días tras su nacimiento bajo una atención permanente por parte del equipo de cuidadores de la FCQ, encargados de vigilarlos día y noche.

Señuelos naturalizados

Las continuas interacciones entre los cuidadores y cada pollo se realizan exclusivamente mediante señuelos naturalizados de gran realismo, que evitan el contacto directo con los técnicos.

Una vez que los pollos superen las primeras semanas de vida, hayan alcanzado su natural capacidad fisiológica de termorregulación y comiencen a emplumar, serán trasladados al Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido para continuar allí con su desarrollo.

Se trata de una segunda fase de aprendizaje conductual en presencia de los quebrantahuesos silvestres que frecuentan el punto de alimentación suplementaria instalado en el Parque, abastecido gracias al personal del propio espacio protegido.

Cuando se complete esa fase, hacia los próximos meses de junio y julio, se espera que todos ellos puedan ser trasladados al Parque Nacional de los Picos de Europa para su liberación dentro del programa de reintroducción del quebrantahuesos en la Cordillera Cantábrica.

Allí se unirán a los 23 ejemplares que pueblan esas montañas en la actualidad, y si todo sigue como hasta ahora, lo harán en compañía del primer pollo nacido en libertad en Picos de Europa tras 70 años de ausencia de la especie en este espacio montañoso.

Desde su apertura en 2010, en el CRIAH han nacido 33 pollos, a los que hay que sumar los cinco de esta temporada, y de ellos, todos, salvo uno (que permanece en cautividad por enfermedad), han sido liberados al medio natural: 29 en los Picos de Europa y tres en los Pirineos.

La actividad del CRIAH se centra exclusivamente de huevos procedentes de territorios de unidades reproductoras de quebrantahuesos que arrastran un largo y continuado historial de fracasos, y que son intervenidas para rescatar las puestas.

Obtener datos

Las intervenciones se realizan no solo para intentar sacar adelante a los embriones, sino también para obtener datos que permitan averiguar algo más sobre las causas del fracaso reproductor en la especie, que puede llegar a ser muy elevado.

Así, de las aproximadamente 90 aves reproductoras presentes en Aragón, cada año sacan su pollo adelante poco más de una veintena.

Las fuentes citadas señalan que algunos territorios pueden acumular más de 10 años de fracaso reiterado, hasta 13 en uno de los territorios intervenidos en el prepirineo aragonés.

Los expertos consideran que la casuística de los fracasos es variada, desde la mala calidad del territorio en el que se ubican, a la desatención de los progenitores, molestias en fases críticas de la incubación o problemas de infertilidad en algún miembro de la pareja.

Estas investigaciones son de especial relevancia para la conservación de la especie, y permiten además apoyar su recuperación en otras cadenas montañosas mediante la cesión de los animales que consiguen sacarse adelante tras su nacimiento y cría en cautividad.

Al intervenir exclusivamente sobre parejas que fracasan de manera reiterada, no se altera la dinámica poblacional natural ya que sólo se llega a intervenir en algo menos del 4% de la población.

Sin embargo, con esta intervención, añaden las fuentes referidas, se consigue recuperar para la población global de quebrantahuesos parte del acervo genético que las parejas que fracasan no pueden aportar por sus medios, ya que una vez criados, los individuos rescatados son reintroducidos en la naturaleza.

Destacan estas fuentes que los esfuerzos llevados a cabo en Aragón en materia de conservación del quebrantahuesos, "emblema" de la Comunidad pero extinguida en gran parte de los países europeos donde habitaba hasta mediados del pasado siglo XX, están siendo "decisivos" en la reintroducción de la especie en la Península Ibérica.