La consejera de Hacienda del ayuntamiento zaragozano, María Navarro, ha denunciado este martes que el anterior Gobierno de Zaragoza en Común cerró 2018 con facturas sin contrato por importe de 53 millones y que su predecesor, Fernando Rivarés, firmó la "friolera" de 17 millones en los últimos dos meses en el cargo.

En rueda de prensa después de la primera comisión de su área en este mandato, Navarro ha insistido en la necesidad de explicar a los ciudadanos la "delicada" situación de las arcas municipales y ha tachado de "inaceptable" esta práctica.

No obstante, ha dicho que es consciente de que este problema no lo van a poder solucionar "en uno ni dos meses" y que, de hecho, es probable que se incremente hasta final de año.

Eso sí, ha anunciado que el nuevo Gobierno va a cambiar el criterio y que los reconocimientos de obligación tendrán que volver a pasar por el Pleno para su aprobación, para garantizar la "máxima transparencia".

En este sentido, la consejera ha sostenido que, si hubiese una buena contratación municipal, habría un ahorro de entre un 30 y un 35 por ciento en esta materia.

Se ha referido también al último informe provisional de la Cámara de Cuentas, que pone de manifiesto problemas ya conocidos como la "ingente" cantidad de sentencias condenatorias.

Así, ha acusado a los gobiernos anteriores de utilizar los tribunales como medio dilatorio de pago y se ha comprometido a intentar evitar esta práctica por todos los medios, estudiando caso a caso si procede recurrir las sentencias.

Respecto al nivel de endeudamiento, ha indicado que a fecha de 31 de diciembre de 2018 se sitúa en 863 millones (un 116 por ciento), lo que impide al Ayuntamiento endeudarse a largo plazo y únicamente con el plan de reducción de deuda se podrá acceder al Fondo de Impulso Económico, previsto únicamente para pagar sentencias condenatorias.

Ha señalado que en septiembre se conocerán los datos de la auditoría encargada por PP y Cs a su llegada al Gobierno de la ciudad y que será entonces cuando estén en condiciones de explicar cómo se harán las ordenanzas fiscales y los presupuestos de 2020.

En la comisión, María Navarro ha pedido también al resto de grupos políticos un cambio "radical" en las formas y ha advertido de que evitará cualquier insulto y "palabra más alta que otra" o que se ningunee a quien piensa distinto.

Ha defendido, en este sentido, que en un ayuntamiento hay veces que la ideología hay que "guardarla en los bolsillos" y pensar en los ciudadanos.