Los profesores del Lestonnac y los propietarios de este colegio, la Compañía de María, no acaban de llegar a un acuerdo, lo que ha provocado que las negociaciones para evitar el cierre de este centro escolar de Zaragoza se hayan roto. Los docentes quieren hacerse con la titularidad y constituirse en cooperativa, pero con las condiciones que les ofrecen las religiosas consideran que esta iniciativa no sería económicamente viable. Tras intercambiar algunas ofertas, la Compañía ha dado por zanjadas las conversaciones, por lo que si no se produce un giro de última hora las aulas del Lestonnac se cerrarán cuando finalice el curso que viene.

Este colegio, ubicado en el barrio de Torrero, pertenece a la Compañía de María, que lo abrió en 1961 y lo bautizó con el nombre de su fundadora. Durante estos más de 40 años ha cumplido una importante labor educativa y social en esta zona de Zaragoza en la que durante los años 60 se asentaron numerosos inmigrantes de otros pueblos de Aragón y en la que ahora vive un número notable de extranjeros.

El pasado 11 de mayo se reunieron las dos partes. Aunque las posturas todavía no estaban cerca, los docentes salieron relativamente satisfechos del encuentro, "ya que el ambiente parecía propicio para llegar a un acuerdo" , señalaron a este diario fuentes del centro.

Según las mismas fuentes, los principales puntos de fricción en esa reunión fueron tres: el alquiler de las instalaciones, su mantenimiento y el futuro de los tres trabajadores que no quieren sumarse a la cooperativa.

Sobre el arrendamiento, la Compañía de María empezó exigiendo unos 2.100 euros mensuales más IVA, aunque acabó bajando a 1.000. El Lestonnac, sin embargo, cree que para que la cooperativa no sea deficitaria no puede pagar más de 600 euros más IVA.

Respecto al mantenimiento de las instalaciones también hay desacuerdo. La orden religiosa sólo asumía posibles reparaciones en la estructura del edificio y en el tejado. Pero los trabajadores, que conocen a la perfección el estado algo deficiente de este centro de más de 40 años, querían que la Compañía se hiciese cargo también de toda la infraestructura interna del edificio (cañerías, cables eléctricos, refrigeración y calefacción...).

CANJE CON EL OTRO CENTRO Otro problema sin resolver es la situación de los tres trabajadores que no quieren formar parte de la cooperativa. La Compañía de María se ofreció a incorporarlos a su colegio de la calle Bilbao, pero sólo si la Consejería de Educación le autorizaba a abrir un aula más en Infantil (ahora sólo tiene dos unidades, por lo que para el curso que viene ha tenido que rechazar 51 de las 101 peticiones que recibió). La DGA, sin embargo, ya ha anunciado que no tiene intención de abrir más aulas para el curso 2004-2005.

A pesar de estas diferencias, los profesores percibieron que había posibilidades de llegar a un acuerdo, "porque las religiosas nos repetían que su intención no era cerrar el colegio, sino desprenderse de él sin ganar ni perder dinero". Sin embargo, "a los pocos días de este encuentro se nos comunicó por e-mail que las negociaciones estaban zanjadas y que se cerraba el aula de Infantil para el curso que viene, para la que se habían recibido cinco solicitudes". Esta medida ha provocado el desánimo de los profesores.

Para clausurar el colegio, la orden alega motivos religiosos (falta de vocaciones) y económicos (no cuadra las cuentas), aunque los trabajadores del Lestonnac (una treintena) recuerdan que la Compañía de María solicitó durante la revisión del Plan General de Ordenación Urbana la recalificación de las instalaciones de Torrero, lo que les hace sospechar que se trata de una operación inmobiliaria. Este diario ha intentado sin éxito conocer la versión de la Compañía de María, que no ha querido hablar sobre esta cuestión.