La nueva ordenanza de tenencia de animales supone un cambio radical con respecto a la normativa vigente hasta ahora, lo que requerirá, según el consistorio, que la DGA modifique la legislación en la materia. Un cambio revolucionario es que los dueños de negocios de hostelería que lo deseen podrán permitir la entrada de mascotas en sus establecimientos, excluidas los comedores y los lugares donde se manipula la comida. Los negocios en los que los perros sean bien recibidos deberán colocar pegatinas en lugares visibles, al objeto de informar a sus clientes. En realidad, hace varias décadas los perros entraban libremente con sus dueños en los bares y restaurantes, pero la legislación se fue endureciendo y se prohibió radicalmente, sin excepciones, que pudieran hacerlo. Los primeros establecimientos que empezaron a salirse de la norma fueron los hoteles. Algunos de ellos, una minoría, aceptan mascotas en las habitaciones, aunque no en los espacios comunes. A menudo, es una medida destinada a captar clientes.