Neurocirujanos del Hospital Miguel Servet han desarrollado un proyecto de cooperación sanitaria en Zanzíbar (isla de Tanzania) para operar a habitantes de allí, ya que en toda la isla de un millón de habitantes no hay ningún neurocirujano.

Se trata de los neurocirujanos Javier Orduna Martínez, Juan Casado Pellejero y David Fustero de Miguel y la enfermera instrumentista de esta especialidad, Marta López Ramos,

Malformaciones del tubo neuronal, en la población infantil, y traumatismos y patología degenerativa de columna, en la adulta, son las principales patologías que han operado en ese país, informa el Gobierno de Aragón en una nota de prensa.

Según Orduna, quien ya ha viajado dos veces al país subsahariano, el objetivo del equipo es "la atención neuroquirúrgica a la población, pero también formar al personal de allí para que puedan atender a los pacientes cuando no hay neurocirujanos extranjeros",

La Fundación NED (Neurocirugía, Educación y Desarrollo) comenzó en 2006 en Valencia y ha ido creciendo con el objetivo de mejorar las habilidades de los médicos africanos, suministrar material y equipos en hospitales que cuentan con muy escasos medios, así como el desarrollo de otras áreas médicas complementarias, como ginecología, pediatría, traumatología, cuidados intensivos pediátricos o anestesia, entre otros.

Las "misiones", como las denomina la Fundación, consisten en la estancia de los profesionales durante una semana con un programa muy intensivo, tanto asistencial como formativo y que Orduna califica de "duro".

Y es que en su última misión, el pasado mes de septiembre, realizaron 18 intervenciones y 140 consultas en una semana.

La iniciativa se ha extendido a otras especialidades y así del Hospital Miguel Servet está participando ahora la intensivista pediátrica Paula Madurga Revilla y en anteriores ocasiones lo ha hecho la enfermera de Traumatología Cristina Sanz Romero.

Los médicos y enfermeras participantes en estas misiones lo hacen a título personal en sus días de vacaciones y asumiendo los costes.

La situación sanitaria de Tanzania, acorde a su pobreza, es la propia de uno de los países menos desarrollados del África subsahariana, con alta incidencia de malaria, tuberculosis y sida, una esperanza de vida de 50,71 años y una mortalidad infantil del 7 por ciento.

El doctor Orduna reconoce que la situación es especialmente dramática en la población infantil, muy afectada por malformaciones del tubo neuronal, problemas que "no existen prácticamente en España debido a la prevención prenatal, que allí no hay".

Una de las patologías que más han tratado en Zanzíbar en la edad pediátrica es la hidrocefalia (acumulación de líquido dentro del cráneo) mediante endoscopia.

La Fundación NED mantiene la cooperación de estas misiones mientras trabaja en la creación del Mnazi Mmoja NED Institute, un nuevo hospital en Zanzíbar que permitirá mejorar la asistencia neuroquirúrgica y de otras especialidades relacionadas y acoger a los profesionales de la región con el fin de completar y ampliar su formación.