E l centro neuropsiquiátrico Nuestra Señora del Carmen, ubicado en Garrapinillos, se ha convertido en un referente en el tratamiento de la esquizofrenia refractaria, que es aquella en la que «los pacientes no responden al tratamiento y, además de medicación, deben continuar unas pautas específicas para dar respuesta a la patología», según explicó ayer el gerente del centro, Alfonso Cerdán. Durante el año 2016, el neuropsiquiátrico, que ha desarrollado diferentes proyectos para ayudar a estas personas, registró 8.353 estancias de esquizofrenia refractaria, que ha crecido en los últimos años.

La institución ha consolidado su crecimiento y durante el periodo 2013-2016 se ha registrado una «tendencia al alza» en el número de las estancias de personas con discapacidad intelectual. «Se ha pasado de 29.706 en el 2013 a las 33.000 del año pasado», dijo Cerdán. Tras este incremento está el aumento de los trastornos de la conducta en este colectivo de pacientes. Por el contrario, a lo largo de estos tres años han disminuido las estancias en salud mental. «Esto no es porque no lo sepamos gestionar, sino porque otras entidades o colectivos han empezado a tratar este tema», explicó el gerente.

CAMBIOS FUTUROS / El centro aborda tres grandes patologías: salud mental, discapacidad intelectual y demencia. De cara al futuro, la institución se plantea una línea de inversiones para remodelar y acondicionar sus instalaciones y, también, «la tranformación del modelo asistencial», según dijo Cerdán.

«Queremos centrarnos en la patología y no en el individuo. En esto consistirá el proyecto Alice, con el que vamos a transformar la estructura dando un papel fundamental al enfermo y a la familia», añadió.

La inversión inmediata será de un millón de euros, pero esta podría ascender a los tres millones en ejercicios sucesivos «si las condiciones del entorno se mantienen», apuntó el gerente. «Tengo la certeza al 80% de que será así», puntualizó.

El centro neuropsiquiátrico Nuestra Señora del Carmen ha consolidado el resultado económico, por lo que se garantiza la sostenibilidad de la congregación de la Obra de las Hermanas Hospitalarias, gestora de la entidad. «Ha habido una evolución positiva de la eficiencia y una disminución progresiva desde el 2013 de la no calidad», dijo Cerdán.