El recrudecimiento del invierno está causando graves problemas de circulación en los puertos pirenaicos, al tiempo que el acceso al balneario de Panticosa continúa aislado desde el fin de semana ante el peligro de que se produzcan nuevas avalanchas. En la tarde de ayer, nevó con intensidad en toda la cordillera y al cierre de esta edición eran necesarias las cadenas para circular por los puertos de Bielsa, Portalet y Somport.

También se produjeron retenciones en Monrepós, donde fue preciso cerrar los túneles debido a la acumulación de humo procedente de los vehículos implicados en el atasco.

El consejero de Política Territorial e Interior del Gobierno aragonés, Antonio Suárez, explicó ayer que la carretera A-2606 de acceso al balneario de Panticosa se mantiene cerrada como medida de precaución ante posibles aludes.

Suárez hizo esta afirmación a los medios de comunicación tras firmar con la Federación Aragonesa de Montañismo (FAM) un convenio con diversas medidas para la prevención del riesgo de aludes en el Pirineo aragonés.

El consejero explicó que se decidió cerrar el acceso viario al balneario después de plantear numerosos problemas durante el pasado fin de semana y ante las previsiones de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).

El convenio con la FAM, dotado con 42.000 euros, contempla el mantenimiento de la señalización estacional ubicada en las 41 zonas del Pirineo aragonés donde existe un alto riesgo de aludes y en las que se produce una mayor afluencia de personas, especialmente montañeros.

Esta señalización estacional está ubicada en los valles pirenaicos occidentales, así como en los de Eriste, Estós, Tena, Benasque, Ordesa y Monte Perdido, Gistaín y Bujaruelo.

El acuerdo incluye, además, la toma de datos nivológicos desde los distintos refugios de alta montaña que gestiona la FAM en el Pirineo, una labor que el consejero ha considerado "absolutamente imprescindible" para que la Agencia Estatal de Meteorología pueda realizar sus predicciones y advertencias. Suárez explicó que los responsables de estos refugios toman datos de temperaturas, insolación, humedad, presión atmosférica, dirección y velocidad del viento y del tipo de nubes para proporcionárselos a la Aemet.