La consejera de Educación, Mayte Pérez, aseguró ayer en el pleno de las Cortes que ha trasladado a los colegios aragoneses instrucciones para que, de acuerdo con una proposición no de ley aprobada, no obliguen al alumnado a seguir un código de vestimenta diferenciado por sexos a partir del próximo curso.

Esta instrucción, trasladada a los centros educativos el pasado 25 de mayo, responde a una proposición no de ley aprobada el pasado 22 de marzo en la que se instaba al Ejecutivo autonómico a implementar y aplicar las medidas normativas y reglamentarias pertinentes para que, a partir del curso 2018-19, los centros que decidan que el alumnado lleve uniforme no obliguen a un código de vestimenta diferenciado por sexo, incluyendo la opción de que las alumnas puedan ir con pantalón.

El diputado de Podemos Jesús Gamarra fue el encargado de preguntar sobre esta cuestión a la consejera en la sesión de control al Gobierno, en la que le reclamó que establezca «una normativa» para que se cumplan estas medidas. «No puede hablar como la izquierda y actuar como la derecha», le espetó Gamarra, quien animó a la consejera a tomar como base jurídica y normativa para sacar adelante esta petición la Constitución, la ley orgánica sobre educación o el propio Estatuto de Autonomía.

Pérez, en su respuesta, aseveró que como titular de Educación y dentro de sus competencias tenía que trasladar que esa obligación no se produjera, lo que hizo el pasado mayo, por lo que insistió en que ha hecho «lo que aprobaron las Cortes».

Era una cuestión «formal», concluyó, toda vez que apuntó que su interés es que la educación aragonesa «profundice» en la igualdad de género y la no discriminación y que es lo que se está haciendo en los currículos.

En todo caso, la medida anunciada ayer por la consejera no fue acogida con especial inquietud por parte de las familias de la escuela concertada -donde más se recurre a los uniformes escolares-. En este sentido, el presidente de la Federación Cristiana de Asociaciones de Padres de Alumnos (Fecaparagón), aseguró no haber recibido «queja alguna» procedente de padres acerca de una supuesta imposición de vestimenta según sexos en algún centro. «Nunca se nos ha hecho llegar malestar alguno, así que no se está solucionando un problema porque, sinceramente, no existe, indicó el presidente del colectivo.

La medida persigue no imponer la vestimenta de falda a las chicas, aunque su uso entre ellas sigue siendo mayoritario, también en Aragón. Sin embargo, muchos de estos centros concertados ofrecen a las niñas la posibilidad de usar pantalón.

De los más de 70 colegios integrados en Fecaparagón, alrededor de la mitad mantienen uniformes de forma obligatoria.