Con líquidos inflamables no se juega. Una afirmación obvia repetida hasta la saciedad por los padres a sus hijos pero que choca en ocasiones con la inocencia de los más pequeños. Tres niños de 10 años de Zaragoza pudieron desgraciadamente comprobarlo ayer tras sufrir quemaduras mientras desobedecían ese consejo. Uno de ellos presenta lesiones más graves, ya que el fuego le alcanzó la cara y el torso. Iban solos.

Ocurrió sobre las 20.30 horas en plena calle Santa Inés, en el zaragozano barrio del Gancho. Según explicó a este diario Xiaoren Gao, propietario de un bazar chino situado en esa vía y que auxilió a los menores hasta que llegaron los sanitarios, los niños «habían comprado una botella de alcohol de 96 grados en un supermercado cercano». «Entraron corriendo y alborotados a mi establecimiento, cogieron un mechero y sin darnos tiempo a nada se fueron. Dejaron una moneda de 50 céntimos sobre la mesa», señaló.

Les perdieron de vista hasta que, de repente, entraron envueltos en llamas. Especialmente el menor que ha sufrido más quemaduras y que se encuentra ingresado en la uci del hospital Materno-Infantil de la capital aragonesa.

«Los otros dos chicos que le acompañaban, iban gritando, pidiendo ayuda, así que se tiraron en el suelo y les apagamos el fuego con nuestros zapatos», aseveró Gao que reconocía estar «impresionado» por lo vivido.

Fue tan escandaloso lo ocurrido que los clientes de las terrazas de los bares cercanos, así como vecinos que en ese momento pasaban por esta calle próxima a la calle Conde Aranda y a la plaza Europa, acudieron en ayuda de los tres menores. Rápidamente se trasladaron al lugar tres ambulancias del 061 que, después de ser estabilizados, desplazaron a los niños a dicho centro hospitalario.

Asimismo, agentes de la Brigada Regional de Policía Judicial y de Seguridad Ciudadana acudieron al lugar para tomar declaración a los testigos, entre ellos a Xiaoren Gao, así como las pruebas necesarias para investigar este suceso que la Jefatura Superior de Policía de Aragón calificó de «accidente». Dos menores sufrieron lesiones de carácter leve, principalmente en las extremidades y en el tórax, debido a que las llamas rápidamente se extendieron por las prendas sintéticas que vestía. El tercero presentaba, al cierre de esta edición, un pronóstico más inestable, si bien su vida no corría peligro inicialmente. Sufrió quemaduras en el rostro y en el tórax.

Las abrasiones es el segundo tipo de accidente doméstico que más afecta a los menores españoles detrás de los incidentes con aparatos eléctricos, según un informe realizado por Consumer. Ante un caso de quemaduras, desde Protección Civil se aconseja rodar en el suelo, apagar las llamas con algún objeto que no avive el fuego y no retirar las prendas para evitar problemas con la piel de la zona quemada. El 95% de las quemaduras en la infancia ocurre en el hogar.