El nivel del Ebro a su paso por la localidad zaragozana de Pradilla ha descendido unos 20 centímetros desde que este viernes se alcanzara la altura máxima, pero se preparan para la nueva crecida, que se espera sea de mayores dimensiones, pudiendo alcanzar los 2.500 metros cúbicos por segundo.

Este nuevo pico llegaría entre este domingo y el lunes, según ha informado el alcalde de Pradilla de Ebro, Luis Eduardo Moncín, quien ha explicado que el nivel subirá "en función de lo que llueva y de lo que se desembalse aguas arriba".

En declaraciones a Europa Press, ha estimado que a partir de la próxima semana "la cosa se pone fea" para apuntar que las motas se han reforzado si bien estos días se han anegado unas 200 hectáreas de campos de cultivo anegadas, aunque no ha habido afecciones al núcleo urbano.

El alcalde de esta localidad ribereña, la más expuesta al río en la provincia de Zaragoza por estar rodeada por él, ha advertido de que la situación del cauce ahora está peor que hace diez años, cuando tuvo lugar otra gran avenida, "porque hay más vegetación y maleza y el río sube más".

Luis Eduardo Moncín ha relatado que la "gente está preocupada porque el cauce cada vez es más estrecho y el agua sube más arriba" por lo que se ha mostrado favorable a "limpiar" el cauce del Ebro para eliminar las islas, sedimentos y vegetación que presenta.

"No hay otra alternativa más que limpiar el cauce" ha recalcado para incidir en que el "cauce es, cada vez, más estrecho y el agua no cabe".