Las tasas de contaminación por ozono se han superado nuevamente este año en España y es ya un problema sanitario de primer orden. En Aragón los niveles «han aumentado signiticativamente» como en el resto de los territorios enmarcados en el valle del Ebro. Y de manera puntual los registros se han disparado en algunos puntos del Pirineo y en el entorno urbano de Zaragoza, con niveles desconocidos desde hace años, denunció ayer la organización mediambientalista Ecologistas en Acción.

La formación recordó durante la presentación de un informe estatal sobre el impacto de este gar que la acumulación de ozono troposférico «es la causa cada año de entre 1.500 y 1.800 muertes». Basan sus análisis en los datos recogidos en las 480 estaciones de medición situadas por todo el territorio entre el 1 de enero y el 30 de septiembre.

Ecologistas en Acción señala que dos quintas partes de las estaciones aragonesas que miden este contaminante han registrado superaciones del valor octohorario recomendado por la OMS en más de 75 días. Es decir, que si se les aplicara el mismo criterio establecido en la normativa para evaluarlo (un máximo de 75 superaciones del objetivo legal en tres años), solo en 2019 «casi la mitad de las estaciones aragonesas habría sobrepasado todas las marcas admisibles durante tres años».

PIDEN PLANES CONCRETOS

Los peores registros se han dado en las estaciones de Torrelisa (Huesca), La Cerollera (Teruel), Jaime Ferrán (Zaragoza) y Castelnou (Teruel), alcanzando respectivamente 124, 112, 110 y 101 días de superación. En todo caso, los datos que corresponden al periodo de más riesgo, durante la primavera y verano, son provisionales -ya que aún queda para que acabe al año, pero muestran, según los ecologistas, «la necesidad de una línea de actuación» que llevan reclamando desde hace bastantes años.

El informe solo se centra en el ozono troposférico, un contaminante complejo que no tiene nada que ver con la capa de ozono esencial para el planeta, se trata de un elemento atmosférico terrestre que respiran las plantas y las personas. Se genera en la superficie en presencia de la radicación solar por la combinación de otros contaminantes precursores provenientes del transporte terrestre y marítimo, las centrales termoeléctricas, ciertas actividades industriales y la ganadería intensiva. De hecho, según las cifras que maneja Ecologistas en Acción es la instalación de Andorra figura como la segunda más contaminante de todo el país.

La organización mediambiental también lamenta en su informe que tanto el Gobierno de Aragón como el Ayuntamiento de Zaragoza les han proporcionado datos incompletos sobre las mediciones, un aspecto que rechazan desde la administración autonómica. Recuerdan que hace falta una respuesta «global» y explican que buena parte del ozono que se detecta en la comunidad se produce en el área del Levante. Además confirman que es está trabajando en mejorar el sistema infromático.

Este pasado verano, durante la ola de calor de junio, se activó por primera vez el protocolo de actuación por la presencia excesiva de este gas en la atmosfera.