Más allá de la Intifada y de las bombas humanas, el pueblo palestino intenta defender su derecho a la autodeterminación de forma pacífica. El Movimiento de Solidaridad Internacional en Palestina (MSIP), que hunde sus raíces en la historia de los palestinos y en la doctrina de la resistencia pasiva de Gandhi, difunde por todo el mundo la idea de que la no violencia es un método eficaz para enfrentarse al enemigo.

"Nosotros enseñamos a la población civil cómo vivir a diario en Palestina bajo la ocupación israelí, cómo desafiar a los tanques y desobedecer el toque de queda para ir a estudiar o a trabajar", explicó ayer Saif Abu Keshek, del MSIP, en la Federación de Asociaciones de Barrios de Zaragoza (FABZ), a la que acudió invitado para impartir una conferencia sobre la situación en los territorios ocupados.

Abu Keshek, que tiene 23 años y vive en el campo de refugiados de Askar (Cisjordania), apuntó que su movimiento se ha granjeado incluso las simpatías de algunos israelíes que comparten sus ideas.

"La situación en Askar, como en el resto de las zonas ocupadas por el Ejército israelí --subrayó-- empeora día a día. Sufrimos ataques y bombardeos continuos, hay arrestos arbitrarios, las excavadoras derriban casas... Esa es la forma que ha elegido Sharon para acabar con el problema de los refugiados, porque lo que se propone es eliminarlos".

Para el representante del Movimiento de Solidaridad Internacional en Palestina, "la construcción de un muro en torno a los territorios ocupados forma parte de esa misma estrategia". "Su objetivo es encerrarnos en guetos, algo que no puedo entender --agregó--, porque está repitiendo con los palestinos lo que el pueblo judío ha sufrido en sus propias carnes durante la historia".

En opinión de Abu Keshek, "la construcción del muro pone de manifiesto que el Gobierno israelí lleva a cabo una política de apartheid como la que llevó a Suráfrica al ostracismo internacional".

"Sharon --explicó-- sigue una doble política. Por un lado abandona Gaza y, por otro, incentiva la creación de más colonias en Cisjordania mediante la confiscación de la tierra de los palestinos".

El campo de refugiados de Askar, que cuenta con 13.000 habitantes, sufre "en primera línea el proceso de destrucción de la cultura palestina que está tratando de llevar a cabo el actual Gobierno israelí".

El Movimiento de Solidaridad Internacional (www.palsolidarity.org) se propone seguir luchando de forma pacífica hasta que el pueblo palestino recupere sus derechos. Sin embargo, Abu Keshek, que rechazó rotundamente los atentados del 14-M en Madrid, reconoció que "todo pueblo que vive bajo una ocupación militar que impide su libre desarrollo tiene derecho a recurrir a la lucha armada". "La violencia contra civiles es ilegítima, pero un pueblo tiene derecho a resistirse al invasor", concluyó.