María trabajó 9 años en Estados Unidos y es bilingüe. Su último contrato estable terminó con la Expo Zaragoza 2008. "Hasta ahora todo ha sido un caos laboral". En primer lugar dice que la edad ya supone un problema y, por otro lado, el hecho de tener que cuidar sola de una hija "molesta" a los empresarios. Desde el primer momento te preguntan en la entrevista por tu situación personal, "el tema de los hijos es algo insalvable", explica. "No solo preguntan si tienes hijos, sino que se indignan", matiza.

"No es viable vivir de ayudas", dice, "debo al banco, a la comunidad, al ayuntamiento. Lo que necesito es un trabajo para tener estabilidad. Una de las cosas que le atormenta es que su hija, con 11 años, tenga preocupaciones de adulta. "Se avergüenza de que en el colegio sepan que nos dan comida. Hace años que no estrena ropa y a mi me gustaría irme de compras con ella, pero no puedo permitírmelo. Antes, en la carta a los Reyes Magos, pedía trabajo para mamá", explica.

Hace unos días fue aceptada en una oferta de empleo en Reino Unido. "No tengo dinero para iniciar una vida allí. El salario era bueno, las condiciones también, pero no puedo irme con mi hija y empezar de cero si no tengo un colchón. Es increíble que encuentre trabajo allí y aquí no me contraten ni para limpiar", lamenta.