Aragón declaró los peirones, cruceros y cruces de término elementos del patrimonio de la comunidad y los protegió con la figura de bienes de interés cultural (BIC) en el año 1999. Se trata de una normativa muy avanzada pero que no se cumple en su integridad, dado que contemplaba la elaboración de una lista o relación de todos los hitos de este tipo existentes en Aragón que todavía no se ha llevado a efecto. "Han pasado 15 años desde la promulgación de la ley y todavía no se ha hecho la relación de bienes", denuncia Carlos Bitrián, de Acción Pública para la Defensa del Patrimonio Aragonés (Apudepa). En opinión de la entidad, la catalogación oficial de los peirones es necesaria para conocer sus características, establecer su ubicación y tener puntos de referencia fiables a la hora de emprender restauraciones y otras intervenciones en el patrimonio.