Varios miles de personas han participado hoy en la convocatoria del Primero de Mayo, Día del Trabajo, en distintos puntos de Aragón para exigir que el aumento de la producción y de la riqueza beneficie al conjunto de la sociedad, y entre ella a la clase trabajadora.

Con el lema "No hay excusas" los sindicatos mayoritarios UGT y CC.OO han salido a la calle encabezados en Zaragoza por sus líderes Daniel Alastuey (UGT) y Julián Buey (CC.OO), quienes han coincidido en reconocer la recuperación económica y la salida de la crisis como lo constatan los datos del PIB pero que sin embargo no se está trasladando a los trabajadores.

Para Buey es "inadmisible" que mientras los beneficios de los empresarios se sitúan a niveles previos a la crisis, las tasas de desempleo son "altísimas" y bajas las tasas de protección, y hay mayor precariedad y pobreza y de forma paralela continúan aflorando los casos de corrupción.

Desde UGT, Daniel Alastuey ha recordado que mientras la manifestación de hoy se celebra en un escenario de recuperación económica no se está repartiendo, lo que se solucionaría creando empleo de calidad, con la recuperación del poder adquisitivo mediante el aumento de los salarios y derogando la reforma laboral y la ley mordaza.

Palabras que en su mayoría han suscrito los líderes políticos como el portavoz socialista, Javier Sada, para quien la manifestación de hoy está "más que justificada" sobre todo en Aragón, donde se ha notado la mejora de la economía y un descenso del paro a más ritmo que en el resto de España.

El recién nombrado coordinador general de IU, Álvaro Sanz, ha calificado de "patético" la precarización del empleo y ha criticado la corrupción en que ha derivado el actual modelo productivo.

El secretario de organización de CHA, Miguel Jaime, ha defendido la necesidad de salir a la calle para denunciar la "corrupción que ha maltratado a los trabajadores", para los que ha reclamado empleo estable y mejor pagado.

La portavoz parlamentaria de Ciudadanos, Susana Gaspar, ha abogado por su parte por retomar la negociación colectiva y solucionar las reivindicaciones laborales a través del diálogo, si bien, no ha compartido la necesidad de derogar la reforma laboral salvo aquellas cuestiones que sean necesarias.

A lo largo de la manifestación se han podido observar numerosas pancartas de empresas con conflictos laborales como la de Telefónica Servicios Audiovisuales (TSA), cuyos trabajadores se encuentran inmersos en movilizaciones y paros para reclamar una mejora de las condiciones laborales.

A la protesta se han unido también de forma específica este año los trabajadores de Ibercaja tras el ERE anunciado por la entidad y dado que, como ha explicado a los medios el secretario general de la sección sindical de CCOO, Miguel Ángel Villar, la empresa "no está por la labor" de atender sus reivindicaciones.

Villar ha expresado su preocupación por la manera en que la dirección de Ibercaja está llevando las negociaciones y espera que la protestas que llevan a cabo sirvan para que "mueva esta posición tan dura".

"De norte a sur, de este a oeste, la lucha sigue cueste lo que cueste", "empleo precario para el empresario" han sido algunos de los gritos que se han podido escuchar a lo largo del recorrido, salpicado de pancartas con lemas variopintos como el que advertía de la "amenaza" del presidente de EE.UU, Donald Trump, para la paz mundial y que reclamaba además la "neutralidad e independencia de España".

Pero también otros más acordes con el lema de hoy como "Unidad sindical contra la reforma laboral y la rebaja salarial" o por la municipalización de las contratas del Ayuntamiento.

Por su parte CGT y Osta han convocado movilizaciones paralelas, que en Zaragoza han partido desde la Plaza de Salamero, en Huesca desde la de Santo Domingo, en Teruel de la del Torico y en Andorra de la del Regallo.