La cátedra sobre despoblación y creatividad de la Diputación de Zaragoza entregó ayer los premios de la primera edición del concurso ¡Qué bello es vivir... en mi pueblo! en el edificio Paraninfo del campus público. Alrededor de medio centenar de niños, jóvenes y mayores de toda la provincia participaron en el certamen de relatos y vídeos sobre la vida en el medio rural. La gala, dirigida por el periodista Antón Castro, incluyó un programa musical interpretado por el guitarrista Marcos Castrillo.

El objetivo del concurso es que los participantes reflexionen sobre la vida en los pueblos y en las pequeñas localidades donde también hay talento. «Muchos jóvenes piensan que el éxito es ajeno al mundo rural», manifestó el director de la cátedra, Luis Antonio Sáez. Además, la filosofía del certamen es promover los diversos putnos de vista sobre los pueblos. Por ello, se estableció una temática libre para que haya una mezcla, ya que hay gente que relató sus textos desde la ciudad y otros desde los pueblos. «Al final el medio rural es algo que nos desborda sobre todo en un territorio como el nuestro», afirmó el director.

En las categorías de relato infantil (de 8 a 12 años) y juvenil (de 13 a 18 años) podían participar todos los centros educativos de la provincia de Zaragoza, mientras que en la categoría senior (más de 65 años) estaba abierta a las residencias de mayores y centros de día.

Jara Camarasa, del colegio Antonio Machado, fue la ganadora en la categoría de relato infantil con Mi sueño, vivir en el pueblo. «Con mi relato quería expresar que aunque en la ciudad haya más recursos, no hay que dejar los pueblos olvidados porque hay momentos especiales que se viven y que en la ciudad no se valoran mucho», expresó la premiada.

En la categoría de relato juvenil, Helena Polo se llevó el primer galardón por El último roble. Procedente del instituto Luis Buñuel, la joven quiso expresar que en las zonas rurales se vive de manera más tranquila. Además, cuenta el amor entre hermanos, donde toda la familia se apoya mutuamente. «Es un relato que me ha gustado bastante escribirlo y que gracias al apoyo de mis padres y profesores he podido hacerlo», declaró Polo.

Alfredo Val del Prim, de la asociación de la tercera edad de San Mateo de gállego, ganó la categoría del relato senior con Mirar atrás. «Presenté mi relato a la cátedra porque era una historia que viví personalmente y me apeteció contarla», aseguró Val.

Por último, el ganador en la categoría de vídeo fue para el CEIP Mateo Valero de Alfamén por su obra ¡Qué bello es vivir... en mi pueblo!

Los primeros premios fueron dotados con un trofeo y 300 euros en gasto para la biblioteca y para material docente o lúdico.