Aragón no estará en la Eurorregión Pirenaico-Mediterránea que propugna el presidente catalán, el socialista Pasqual Maragall, si ésta tiene connotaciones políticas, institucionales o territoriales. Así lo manifestó ayer el máximo responsable de la DGA, Marcelino Iglesias, también del PSOE, quien aclaró que sólo entiende la iniciativa en el marco de la colaboración y la coordinación, pero lejos de aspiraciones o "contaminaciones" de corte político-institucional.

Maragall anunció ayer en una localidad francesa su intención de convocar en octubre en Barcelona una cumbre con los presidentes de Aragón, Baleares y Valencia (antigua Corona de Aragón), con los de Languedoc-Roussillon y Midi-Pyrénées (sur de Francia) y con el del Estado de Andorra. El objetivo de esta cita es "sentar las bases" de la Eurorregión Pirenaico-Mediterránea y comenzar la "construcción institucional".

A Marcelino Iglesias las expresiones de su homólogo catalán y compañero de partido le resultaron "preocupantes". El presidente aragonés es partidario de llevar adelante un ente que sirva exclusivamente para propiciar la colaboración, la coordinación y el desarrollo de sus integrantes, unidos por intereses comunes. Pero no quiere que la propuesta vaya más allá y presente algún tipo de afán político, que Aragón no compartiría.

En declaraciones a este diario, Marcelino Iglesias afirmó: "Con las últimas noticias que han salido, estoy un poco preocupado". Y concretó: " El planteamiento de la cooperación y la colaboración en temas de desarrollo económico y de infraestructuras con el proyecto de Eurorregión , no tiene nada que ver con planteamientos ni institucionales ni políticos ni territoriales".

Hecha esta aclaración, el presidente continuó: "Soy partidario de hablar, pero este proyecto no debe tener incrustaciones o lecturas político-territoriales". Y advirtió: "Y si las tiene, no podríamos estar ahí".

UN MENSAJE CLARO El dirigente socialista insistió en la necesidad de que la iniciativa de la Eurorregión no esté "políticamente contaminada". Iglesias no quiere que haya duda alguna sobre el fin último del proyecto, aunque recalcó que se muestra abierto al debate.

La puesta en marcha de la Eurorregión ha sido una ambición reiterada en diversas ocasiones por Pasqual Maragall, que incluso reunió en el 2002 a los presidentes de la antigua Corona de Aragón. Su pretensión ha resultado polémica, porque el PP la enmarca dentro de las aspiraciones nacionalistas del catalán.

El presidente de los populares aragoneses, Gustavo Alcalde, ha sido muy duro en sus críticas al empeño del máximo responsable de la Generalitat, que considera fragmentario para el país y perjudicial para el desarrollo del Estado de las autonomías. Al mismo tiempo, Alcalde ha acusado a Marcelino Iglesias de no plantar cara y de hacer seguidismo del dirigente socialista catalán.