Papá Noel y los Reyes Magos son expertos, y casi siempre aciertan con sus regalos al bajar por la chimenea o subir por el bacón, pero quienes hacen de interlocutores, y realizan las peticiones son, en última instancia, los papás y las mamás. Los niños españoles reciben una media de nueve juguetes al año pero más del 50% de las ventas en el sector se llevan a cabo entre el 1 de diciembre y el 5 de enero. Juan Antonio Planas, Presidente de la Asociación Aragonesa de Psicopedagogía, opina que la regla de los cuatro juguetes «debería aplicarla todo el mundo». Esta regla, que recomiendan algunos psicólogos, consiste en hacer una selección y regalar sólo cuatro cosas a los pequeños en estas fechas para evitar la «anestesia emocional» que provoca en un niño «hiperregalado» ser caprichoso, egoísta y consumista. Esos cuatro regalos deben ser: algo que pueda usar o llevar (ropa, calzado, accesorios); algo para leer (libro o e-book); algo que realmente desee, para alimentar su ilusión y algo que realmente necesite.

«Atiborrar a los niños de regalos en pocos días no es bueno, pues pierden el aprecio por lo excepcional y se sienten sobrepasados», afirma Planas ya que además de Papá Noel y los Reyes Magos, están los tíos, abuelos y amigos. Por eso hay que «secuenciar en el tiempo la apertura de los paquetes, pues sino, los niños no son capaces de apreciar el valor de un regalo», concluye.

Desde la Unión de consumidores de Aragón, recuerdan que «el juguete debe considerarse como un elemento imprescindible en el desarrollo y la educación del niño y no como un artículo de lujo, por lo que debe cuidarse mucho su compra», y también recomiendan «no regalar todos los juguetes en la misma época y repartirlos a lo largo del año», para que el niño no se sienta aturdido, sin poder prestar atención a todos los juguetes, de modo que acabe arrinconando muchos de ellos en el armario.