«He venido a hacer justicia para mi hija. No pueden ser inocentes todos», afirmaba ayer Manuel Briones, el padre de Naiara, ante los abundantes medios de comunicación a la salida del juzgado de Jaca. Aparantemente aturdido, quizá por las emociones, el viaje a España o el maratón mediático, el padre se mostraba firme al recalcar que quiere actuar contra toda la familia de la niña en Sabiñánigo, a la que considera corresponsable del crimen por la falta de prevención.

«Vine para denunciar, tanto a ella como a los otros, son responsables. Yo le pedí (a Mariela) muchas veces que me la entregue y no quiso», explicó, saliendo al paso de las declaraciones de la madre, que en una entrevista le afeó el haberse desen- «Ella no quería que supiera dónde vivía porque sabía que yo podía venir, me negaba estar al tanto de ella» tendido de la niña desde que está en España.

«Tengo los whatsapp que demuestran que quería saber de mi hija, pero ella no quería que supiera dónde vivía porque sabía que yo podía venir a por ella», reiteró. «Ella me negaba que estuviera al tanto de mi hija».

Briones reiteró que en comunicaciones anteriores Mariela le alertó de que había «maltrato por parte de Iván Pardo», e incluso llegó a citar a otros familiares.

Las reclamaciones del padre Igualmente aludió a los mensajes para demostrar que no había habido las amenazas que Mariela amenazó con denunciar. «Yo estuve en calma, no la insulté, solo le dije que la tenían que llevar presa porque sabía lo que estaba pasando», aseguró.

Pese al intercambio mediático, Briones afirmó que ni ha tenido -«ni quiero»- contacto con la madre, ni siquiera aprovechando la visita de ayer. «A partir de ahora hablará la Justicia», zanjó.

El padre aludió a «muchas» informaciones que le están llegando de forma anónima sobre las condiciones de vida de su hija, tanto de Sabiñánigo como de Argentina, que según su abogado están estudiando cómo incorporar a la causa sin romper la confidencialidad.