Ante la falta de espacios y las obras de las aulas prefabricadas previstas para este curso sin terminar, las familias del CPI Val de Atalaya de María de Huerva se manifestaron el jueves denunciando la situación de este centro educativo, con 644 alumnos (127 en Infantil, 280 en Primaria y 237 en secundaria).

La instalación de las aulas prefabricadas se prevé que no esté lista hasta el día 22, por lo que las Ampas tuvieron una reunión con la directora provincial, las directivas de los dos colegios y el Ayuntamiento. "Se nos comunicó que para poder iniciar el curso Educación había decidido utilizar las aulas prefabricadas ya existentes garantizando la seguridad de los chavales, también que los alumnos de 3°ESO y las aulas PAI y PMAR deberán utilizar los espacios comunes del centro aunque no está permitido en la normativa su uso para alumnos de Infantil y Primaria", explican las Ampas, que dicen no estar satisfechas.

En su concentración, quisieron representar la situación con un rebaño de ovejas. "No somos ovejas, necesitamos distancia de seguridad", se leía en uno de los carteles.

Las familias se preguntan si las medidas adoptadas garantizan el cumplimiento del protocolo de la normativa covid y si se pondrá en peligro a sus hijos. Temen que se rompan los grupos burbuja y se ponga en peligro la seguridad de los estudiantes. "Exigimos espacio suficiente y con garantías para todos los alumnos, tengan la edad que tengan, queremos mostrar nuestro malestar y descontento por la forma en que se han llevado a cabo las cosas y nos parece una falta total de previsión, también una falta de respeto que se nos acuse a las Ampas del retraso", dijeron.

Exigen el cumplimiento de las ratios y las distancias de seguridad en las aulas. "Queremos que las aulas prefabricadas estén instaladas ya y dotadas con todo lo necesario, que los alumnos de 3°ESO no pierdan calidad educativa con la semipresencialidad y que al curso que viene no tengamos otros 100 niños más sin espacio", solicitaron. Desde la organización de la concentración insisten en la necesidad de que empiecen las obras del edificio de secundaria.

El Ayuntamiento de María de Huerva por su parte exige al Gobierno de Aragón que cumpla con sus compromisos con la comunidad educativa. El pleno del consistorio aprobó una moción del equipo de gobierno que lamenta el retraso en la instalación de las aulas prefabricadas del Colegio Val de la Atalaya y pide que el centro integrado “sea una realidad lo antes posible”.

La propuesta, que fue aprobada por unanimidad, recuerda la obligación del Ejecutivo autonómico de atender a los escolares “y de cumplir con la educación en María de Huerva”. “Queremos que cumpla con sus obligaciones y con sus promesas, que el curso comience con normalidad y que, además, el futuro centro integrado sea una realidad lo antes posible”, apuntó el equipo de gobierno.

El consistorio recordó que el Ejecutivo aragonés aún no ha sacado a licitación la construcción del nuevo centro integrado de María, a pesar de que “este curso ya estaba previsto iniciar la actividad en ese centro”.