Para la DGA "no es obligatorio" negociar un pacto con los trabajadores de la sanidad y, si no se logra un acuerdo "se les subirá el IPC y ya está". Así lo aseguró ayer la consejera de Salud, Luisa Noeno, justo en el día en el que se reanudaba la negociación sectorial con los sindicatos. Estos ya habían anunciado que el proceso sería "difícil". Ayer, exigieron además al Ejecutivo que cumpla los acuerdos pendientes en el Pacto de la Sanidad del 2002 como condición indispensable para negociar el nuevo acuerdo, que debería firmarse antes de enero. Entre estos flecos quedan cuestiones tan importantes como la homologación retributiva de los 18.000 trabajadores del Salud con la media de sus homólogos en otras comunidades autónomas.

La titular del Salud hizo esta afirmación durante una comparecencia en las Cortes de Aragón para explicar el presupuesto de su departamento. Allí también reiteró la necesidad de "hacer un esfuerzo entre todos" y la intención de su departamento de negociar primero y "hablar de cifras más adelante". Una postura que también choca con los planteamientos de los sindicatos.

REUNIONES UGT, CEMSATSE y CSI-CSIF expresaron ayer sus condiciones al gerente del Salud, Antonio Brun, en una ronda de negociaciones con los sindicatos presentes en la mesa sectorial que concluirá hoy con la reunión entre la Administración y CCOO. Estos encuentros tenían por objeto servir de toma de contacto para iniciar el acuerdo hacia la nueva carrera profesional.

La homologación retributiva de todos los trabajadores del Salud (desde las limpiadoras a los médicos) con la media de sus homólogos en otras comunidades es el punto de acuerdo en todos los sindicatos.

Pero además, UGT quiere incidir en el cumplimiento de las garantías sobre movilidad de los trabajadores; CESM quiere que se hagan realidad las promesas sobre salud laboral; y CSI-CSIF suscribe una larga lista de asignaturas pendientes, como la consolidación de la productividad en algunos grupos, la contratación de refuerzos, la movilidad y la tarjeta sanitaria ajustada a la edad, entre otras cosas. Si se supera este escollo de promesas pendientes y se inicia la negociación de la carrera profesional, UGT y CSI-CSIF pedirán además que se amplíe este modelo a todos los grupos de trabajadores y no sólo se aplique a médicos y enfermeras, tal y como prevé el borrador de la DGA. Al respecto de este proyecto, Noeno adelantó ayer que el Instituto de Ciencias de la Salud será el encargado de evaluar, como órgano externo, a los profesionales.