El problema del desabastecimiento de medicamentos no cesa y en la última semana fármacos tan conocidos como el Nolotil o el Trankimazin escasean en las boticas de la provincia de Zaragoza. En concreto se trata de las cajas de 20 cápsulas de 575 miligramos de Nolotil y las de 1 miligramo, con 30 comprimidos, de Trankimazin. A estas faltas se suman hasta seis colirios diferentes o medicamentos para la hipertensión y la angina de pecho como el Masdil Retard o el Ixia Plus. También escasean, según la información recopilada en casi 250 farmacias de Zaragoza a través de la plataforma Cismed —que aúna a los colegios oficiales—, productos como la Budesonida (corticoides) o el Gine-Canesmed (crema vaginal).

El Ovoplex (anticonceptivo oral), el Timolol Sandoz (usado para el glaucoma o la hipertensión ocular), el Exforge (válido para la presión arterial) o el Forxiga (de uso diabético) aparecen también entre el listado de medicamentos que tienen dificultades de distribución en las boticas de Zaragoza.

El hecho de disponer de un sistema que centraliza las faltas más frecuentes de fármacos es de gran ayuda, porque los datos permiten hacer un diagnóstico concreto y saber en qué laboratorios está la escasez. «Además, esto permite tomar decisiones cuanto antes para evitar así disminuir el impacto en las farmacias y principalmente en los pacientes», indicaron desde el Colegio de Farmacéuticos de Zaragoza.

La situación en Aragón no es ajena a lo que sucede en el resto de comunidades. Hace unos días desde la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) aseguraron que desde el 2009 las notificaciones de problemas de suministro de fármacos se han multiplicado por doce. El colectivo añadió que, según datos de la Agencia Española del Medicamento (AEMPS), el número de incidencias ha pasado de 137 a 1.650 en diez años.

Adrenalina / La situación afecta a medicinas como la adrenalina, donde marcas como Anapen y Altellus aparecen desabastecidas en la web de ministerio. Con este producto, Sanidad rebajó un 15% el precio del autoinyectable del laboratorio ALK Abelló, que optó por suspender su comercialización en España. Como consecuencia, el ministerio tiene que importarlo como extranjero. Aunque existen sustitutos con el mismo principio activo, hay tipos donde el paciente debe solicitarlos como fármaco extranjero en la farmacia de su hospital.