La fundación eligió el nombre de Santa Bárbara para dar a la residencia un nexo de unión con el barrio de Valdespartera, al tomar el nombre de la ermita en ruinas ubicada en el cerro próximo a la instalación. De hecho, el propio logotipo de la residencia se inspira en la línea del horizonte que componen las ruinas de la ermita. La cofradía que la creó sigue existiendo y no descartan colaborar con ella en futuras actividades.