Un gran lazo rosa de ganchillo de más de 30 metros de largo sirvió ayer para volver a dar visibilidad, en la plaza del Pilar de Zaragoza, a la lucha de cientos de aragonesas contra el cáncer de mama, una dolencia que afecta cada año a alrededor de 800 mujeres.

El lazo fue elaborado por varias de las propias afectadas, socias de la asociación Amac-Gema, que ayer conmemoró el Día del Cáncer de Mama en la capital aragonesa.

El acto contó con la presencia de la vicealcaldesa de Zaragoza, Luisa Broto, entre otros ediles, y también con la del consejero de Sanidad del Gobierno de Aragón, Sebastián Celaya, especialmente implicado con la labor de esta asociación de afectadas por cáncer genital y de mama.

«Gracias a asociaciones como esta se ha logrado normalizar la enfermedad», expuso el consejero, al tiempo que aseguraba que la DGA intenta implementar la última tecnología disponible para combatir la patología. Hace pocos meses se llevaban a cabo en Zaragoza las primeras operaciones sin necesidad de ingreso hospitalario y con la terapia necesaria para evitar la reproducción del tumor aplicada directamente tras la cirugía.

Amac-Gema agradeció la presencia de los políticos y de los integrantes de otros colectivos, como la Asociación Española contra el Cáncer (AECC) y Aspanoa. En ese trabajo de normalidad y ánimo a las pacientes, la jornada tuvo tintes festivos acompañados por música.

Además, quienes quisieron pudieron participar en un corte de pelo solidario, por dos euros, bautizado como Mi pelo por ti, cuyos beneficios fueron a parar igualmente a la asociación de afectadas.

La jornada incluyó la lectura de un manifiesto en el escenario ubicado junto a la fuente de Goya de la plaza, ante el que se concentraron cientos de asistentes para mostrar su solidaridad con las afectadas.

Aragón registra cada año más de 800 casos de esta patología, que suponen una incidencia de 130 casos por cada 100.000 mujeres en la comunidad. Por edades, el mayor número de diagnósticos se da en el grupo de edad entre los 45 y los 50 años, según los últimos datos facilitados por el Gobierno de Aragón.

La comunidad comenzó a implementar el programa de detección precoz de la dolencia en 1997, en Huesca para extenderlo al resto de la comunidad en 1999, y en estos 20 años más de 205.000 mujeres han sido controladas, con más de 500.000 pruebas diagnósticas.