El mercadillo de segunda mano en el centro social comunitario Luis Buñuel se celebró ayer con absoluta normalidad y que ningún agente de la Policía Local se personara para levantar nuevamente acta. Numerosas personas acudieron como cada primer sábado de cada mes al interior del edificio municipal, pese a que esta semana saltaba la polémica porque el Gobierno PP-Cs del Ayuntamiento de Zaragoza les exigiera la suspensión del mismo mientras no se tramitaran y aceptaran los «permisos pertinentes». Los organizadores respondieron acusándoles de amenazar y perseguir una actividad que, en su opinión, está amparada por el convenio de cesión que regula la actividad en el centro, y el consitorio respondió que van a hacer cumplir la normativa como a cualquier otro equipamiento.

No hubo incidencias durante la jornada matutina en el interior del Luis Buñuel porque la Policía Local no tenía órdenes de pasar. Desde el Gobierno de Zaragoza se considera que «ya se notificó en julio», cuando sí fueron los agentes, y «no es necesario hacerlo de forma reiterada». Se interpreta que los organizadores ya han sido informados. Y se constata que se ha hecho caso omiso.