Isabel y Ana forman un pareja estable desde hace más de doce años. Comenzaron a salir cuando estaban en la universidad y desde hace seis años conviven juntas. Ahora, han decidido dar un paso más y están intentando tener un niño a través de la inseminación artificial. Su caso es muy similar al de la pareja de lesbianas de Navarra que esta semana han sido reconocidas como madres legales de unas gemelas. Por este motivo, esta pareja ha acogido con satisfacción la sentencia. "Nos parece una noticia maravillosa aunque a la vez nos dan mucha envidia", explica Ana.

Estas mujeres consideran que la noticia tiene una gran importancia y esta cobrando mucha relevancia, aunque, a su vez, se lamentan de su situación. "Es una decisión insuficiente porque se da en un caso muy puntual. Lo ideal sería que existiera esa posibilidad en todas las comunidades y países", subraya Ana.

Y es que nada resulta fácil cuando una pareja de homosexuales quiere tener un niño. Ana e Isabel han optado por la vía de la inseminación artificial porque una mujer soltera puede acceder a las técnicas de reproducción asistida. Sin embargo, reconocen que sus conocidos les han advertido que no hagan pública su condición de homosexuales porque "puede haber reticencias por parte de algunos médicos", explican.

De espaldas a la realidad

Sin embargo, los problemas no acaban ahí porque si todo va bien y consiguen tener un hijo a través de la reproducción asistida, éste será hijo biológico de una de ellas pero la otra no tendrá ningún derecho sobre él. "Si yo tengo un hijo o hija, en estos momentos no podría ser reconocido por mi pareja", señala Isabel. "¿Qué pasaría en caso de que falleciera? ¿Quién se haría cargo del niño?", se pregunta esta mujer.

Además, recuerdan que esta situación es ya una realidad en otros muchos hogares aragoneses y españoles, por lo que entienden que existe una "ceguera o hipocresía por parte del sistema" que, o da la espalda, o no quiere ver estas realidades.

Todo ello hace pensar a Isabel y Ana que se están "vulnerando" los derechos de los menores. "Si nosotras tenemos un niño, lo vamos a criar igual que una pareja heterosexual pero, sin embargo, no va a tener los mismos derechos que un niño que hubiera nacido en el seno de una pareja formada por un hombre y una mujer", concluyen.