Nunca llueve a gusto de todos. Los hosteleros de Huesca y Teruel confían en que su carga de trabajo crezca durante este fin de semana gracias a los visitantes llegados desde la capital aragonesa, pero los bares y cafeterías de la ciudad creen que estos dos días se trabajará aún menos. «Nos tememos que Zaragoza se va a quedar medio vacía; aquí mucha gente tiene pueblo y hay muchas ganas de salir», señala el presidente de la Asociación de Cafés y Bares de Zaragoza y Provincia, José María Marteles.

Su actividad en las últimas semanas ha ido creciendo al calor de la desescalada y Marteles estima que actualmente hay abiertos en la capital «entre el 60% y el 65%» de los establecimientos. «Esta semana ha habido días flojos porque ha hecho mal tiempo, pero la verdad es que ya se empieza a percibir cierta reactivación, sobre todo en las terrazas», indica Marteles.

En las últimas semanas muchos hosteleros han solicitado al ayuntamiento la ampliación de sus veladores para poder sortear este bache. De hecho, el consistorio ha recibido más de 300 peticiones. La gran mayoría siguen atascadas debido al difícil encaje legal de la propuesta. «Sabemos que los técnicos del ayuntamiento están haciendo todo lo que pueden, pero pedimos cierta celeridad porque si no las autorizaciones pueden llegar demasiado tarde», apunta Marteles.

Los hosteleros consideran que aún sigue habiendo reticencias por parte de los clientes, sobre todo en el interior de los establecimientos. «Se consume mucha más bebida que comida; los ciudadanos deben saber que pueden hacer uso de los bares y restaurantes con total tranquilidad porque las medidas de prevención se están cumpliendo a rajatabla», señala Luis Vaquer, de la asociación de hosteleros de Aragón.

Los que aún no lo ven nada claro para abrir con garantías de rentabilidad son los propietarios de discotecas y salas de baile, a pesar de que ya lo pueden hacer al haber entrado en la fase 3. Las restricciones que se han impuesto (solo pueden operar al 33% de su capacidad y está prohibido bailar en la pista) han hecho que este fin de semana solo vayan a abrir sus puertas la mitad de estos establecimientos en Zaragoza. «Sí que han abierto más bares musicales y pubs, pero a las salas grandes no nos compensa por el momento», señala el presidente de la Asociación Provincial de Salas de Fiesta, Baile y Discotecas de Zaragoza, Fernando Izcara, que apunta que al menos para poder cubrir gastos los aforos deberían elevarse hasta el 65%.

Él, por ejemplo, regenta el Latin Palace. «No tienen ningún sentido abrir una discoteca latina si no se puede bailar; sería difícil obligar a todo el mundo a que no lo hiciera y no queremos arriesgarnos a ninguna sanción», explica Izcara.

El sector confiaba en que al asumir el mando de la desescalada el Ejecutivo autonómico flexibilizara de alguna forma las restricciones, pero no ha sido así. No obstante, otras comunidades como Andalucía o Asturias han prohibido directamente la apertura de las discotecas.

A pesar de las dificultades, ayer reabrió la discoteca Hïde Club. «Sabemos que no vamos a poder cubrir los gastos, pero lo hacemos para empezar a andar de alguna forma», sostiene el vicepresidente de la Asociación Provincial de Salas de Fiestas y gerente del grupo Canterbury, Miguel Ángel Salinas, que apunta que han diseñado un sistema de cita previa para reservar por internet las mesas del local. «Vamos a estar muy atentos de que se cumplen las normas», añade. El sector espera con ganas la llegada de la nueva normalidad.