"Estuvimos siete horas en una habitación, de pie, mirando a la pared y con los brazos en alto". Raquel Tenías, miembro de la Presidencia de IU Aragón y responsable de Relaciones con los Movimientos Sociales y Ciudadanos, fue puesta en libertad ayer tras pasar 48 horas en la comisaría de Moratalaz (Madrid). Está acusada de desórdenes públicos. El sábado por la tarde, tras participar en las Marchas de la Dignidad, y mientras se dirigía a la plaza de Toros para coger el bus de vuelta a Zaragoza, le sorprendió un grupo de antidisturbios.

"Íbamos --estaba con varios miembros del partido-- andando por Alcalá y empezó a correr la gente con el sonido de las sirenas. Nosotros también nos echamos a correr. Recuerdo que recibí un golpe en la pierna y que me cogieron del brazo". En cuestión de segundos estaba tumbada en el suelo con un agente encima de ella. Lo siguiente fue subir al furgón policial.

"Conmigo subió otra chica joven". Pararon en dos ocasiones a recoger a más detenidos. En total, fueron seis con ella.

En la comisaría y tras registrarles y pedirles la documentación, estuvieron desde las 22.00 horas hasta las 4.30 de pie, con los brazos en alto y mirando a la pared. Tenías explicó ayer mientras volvía en AVE a Zaragoza que había una chica diabética que tuvo que ser atendida, al rato, por el SAMUR que exigió que le dieran de comer y le permitieran inyectarse la insulina. Otro fue trasladado al hospital por fuertes dolores y otro de los chicos --"eran todos muy jóvenes"-- que se quejó de molestias por estar de pie fue esposado a una silla. "El resto nos las turnábamos". Solo se les permitió ir una vez al baño.

En las celdas la situación no fue mucho mejor. Las chicas, de dos en dos, tuvieron "suerte". Teníamos inodoros y lavabos. Los chicos no. Lo que no tenía ninguno fue luz. "Estábamos completamente desorientados. Nos tuvieron horas sin agua y a oscuras", explicó. Hasta las 14 horas del domingo no les dieron de comer --"una lata de fabada fría y sin agua"--, ni les permitieron hablar con sus abogados. "No sabíamos cuándo íbamos a salir". A las 10.00 de la mañana de ayer llegaron a los Juzgados de plaza Castilla. Y de una celda, a otra. "Hasta las 14.00 horas no vi a mi abogado" y no declaró hasta las 16.00 horas.

Tras su puesta en libertad aseguró que estaba "más tranquila", pero que una situación así "se tarda en asimilar". Tras 48 horas "larguísimas" con un sentimiento de "indefensión" insiste en que las detenciones fueron "arbitrarias".