POR

ADRIANA OLIVEROS

En el mismo edificio que él soñó para una tercera edad sin barreras, Macario Fresno, fallecido ya hace un año, recibió ayer un nuevo y multitudinario homenaje. Mayores y representantes políticos se unieron en ese recuerdo lúdico al que fuera director del Centro de Mayores Laín Entralgo de Zaragoza, celebrado en la sala del mismo que ahora lleva su nombre. El concejal del Mayor, Laureano Garín, su homóloga de Acción Social, Carmen Gállego, la del distrito Centro, María Jesús Martínez del Campo, y los ediles de signo vario Dolores Serrat, Manu Blasco y Pedro Jato secundaron un acto que sacó las emociones a flor de piel. Y también lo hicieron el presidente del Consejo de Mayores, Alejandro Villaverde, responsables de centros de mayores, como Elena Laseca, y un sinfín de amigos de Macario, desde su sucesora al frente del Laín Entralgo, Laude Gutiérrez, al radiofónico Juanjo Hernández, que presentó el homenaje. El periodista José Ramón Marcuello, la poetisa Asun Mínguez, y Pedro Gómez, de la Universidad Popular, dedicaron al cielo versos, canciones y hasta un acróstico escrito por Marcelino Serna, jalonado con el nombre de Macario Fresno Baños (al completo). Gestos que agradecieron Marina, Paula y Alvaro, mujer e hijos de "un hombre bueno que no necesitó filiación para serlo" y "que sigue vivo en el recuerdo". Como él hubiera querido, la jornada le dedicó una y mil sonrisas de los mayores que recibieron premios de ajedrez (Abilio Tofé), rabino (Carmen Cañizares) y otros artes maduros. Después, la música (de Marcuello, Tony Celaya, Jorge Berges, Curro Fatás y otros) y el baile cerraron el encuentro, que gritó alto y claro un nombre difícil de olvidar.